La última encuesta de Metroscopia, publicada en el periódico ?El País? el pasado 2 de noviembre, certifica un cambio radical en el panorama político. Podemos, la formación ciudadana liderada por Pablo Iglesias, con apenas ocho meses de vida, se convierte en el primer partido en las intenciones de voto de los ciudadanos. La empresa Conento, experta en proyecciones matemáticas, extrapola estos porcentajes en resultados concretos, dando la victoria a Podemos.

?Sabemos que una intención no tiene que convertirse necesariamente en comportamiento de voto, dado que en esta fase, muy lejana de la fecha del voto, prevalece el voto de opinión con respecto a otros componentes más estructurales, que se revitalizarán durante la campaña electoral?, explican. Y añaden: ?Podemos se está aprovechando de dos factores que aceleran sus perspectivas de votantes: continuos casos de corrupción política que drenan el consenso de los partidos tradicionales y una muy buena visibilidad de su líder en los medios de comunicación, televisión fundamentalmente (también debida al proceso constitutivo en el cual Podemos está inmerso, que le convertirá pronto en un partido político)?.

Suponiendo que la estimación publicada fuera el resultado final de las elecciones fenerales de 2015, ¿cuál sería la consecuente distribución de los 350 escaños del Congreso?  Es decir, con el 27,7% de los votos, ¿qué cuota de escaños podría conseguir Podemos? En concreto, 116, por delante del PP y el PSOE.

?Hemos realizado una simulación de conversión de los votos en escaños a partir de los datos de la encuesta de Metroscopia. Dado que la distribución de escaños se hace a nivel provincial (circunscripción), hemos reconstruido la estimación de voto por provincia de los principales partidos, utilizando el dato nacional publicado y re-proporcionándolo a nivel provincial según la distribución territorial registrada en las Elecciones Europeas del pasado mes de mayo?, argumentan desde Conento.

Podemos, con el 27,7% de los votos, podría obtener un 33,1% de los escaños, o sea casi un tercio de los diputados. Este efecto desproporcional, parte constitutiva de la mecánica del sistema electoral español, beneficiaría en este caso también al PSOE (26,2% de los votos y 31,1% de los escaños) y al PP (20,7% de los votos y 24,9% de los escaños). Los tres partidos obtendrían un 5% más de escaños como premio adicional con respecto a sus votos.

Los grandes perjudicados serían Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia. Por un lado, la irrupción en la escena de Podemos les haría retroceder como refugio de indignados (bajan al 3,8% y 3,4% de los votos, respectivamente), por el otro el efecto distorsivo de la conversión en escaños les penalizaría todavía más. Ambas formaciones se quedarían con dos diputados, un 0,6% de los escaños cada una.

 

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