La Agencia de Protección Civil declaraba el sábado por la tarde la alerta por fenómenos meteorológicos adversos en Castilla y León ante la previsión de complicaciones en todas las provincias de la Comunidad debido a la llegada de un frente frío que entraba por el noroeste y que agravaría las actuales condiciones meteorológicas desfavorables durante estos días. Este domingo, la situación se ha agravado.
Concretamente se preveían fuertes rachas de viento en todas las provincias de Castilla y León; nevadas que afectarían a todas las provincias, excepto Valladolid, y con especial intensidad a León, Palencia y Zamora; y lluvias que afectarían principalmente a las provincias de León, Zamora, Burgos, Soria y Segovia.
Esas previsiones se cumplieron el domingo y este lunes de nuevo vuelve a decretarse la alerta amarilla. Esta situación está generando problemas circulatorios. De hecho, según los datos ofrecidos por el Servicio de Emergencias de Castilla y León a primera hora de la mañana de este lunes, son dieciséis las carreteras de la provincia las que se encuentran condicionadas por la nieve y por el hielo; aunque solo la subida a la Laguna de Peces está cortada al tráfico. El resto de vías afectadas son transitables, aunque con mucha precaución.
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