La Diputación de Salamanca presentó este martes el estudio sobre la bacteria varroa, la principal causa de muerte de las abejas, impulsado por la institución en colaboración con la organización agraria COAG y el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca.  Este proyecto abre nuevas vías de investigación que, a priori, parecen prometedoras para avanzar en este campo. 

Los ensayos realizados con una sustancia ecológica, que deja menos residuos y con eficacia alta (88,08 %) cuando se suministra por goteado, el ácido oxálico, revela que sirve para controlar la bacteria y que puede ser un buen complemento al tratamiento químico.

Los investigadores también consideran que puede ser interesante ahondar en los trabajos realizados con hongos. En este caso, se ha valorado la eficacia de las cepas TC11 y TC3398 del hongo Tolypocladium Cylindrosporum. Los resultados en el primer caso fueron negativos. Sin embargo, los obtenidos en la segunda cepa (63,14 %) son aceptables y pueden tomarse como un punto partida para investigar más fondo. 

El proyecto, en el que se han invertido 25.000 euros, ha supuesto un ensayo en un colmenar piloto. En agosto de 2015 se instaló en él el tipo de colmena más común, layens, sobre el que se analizaron los principios activos de los medicamentos más utilizados contra el parásito que provoca la varroosis. También, se realizaron ensayos para valorar la eficacia frente al parásito de unos tipos de hongos (entomopatógenos) y de productos orgánicos, como el ácido oxálico. 

Una vez concluido, se ha demostrado que uno de los tratamientos que se utilizan actualmente, el Amitraz, alcanza una eficacia de cerca del 90 por ciento de media -el valor óptimo sería alcanzar el 95 por ciento-. 

Sin embargo, el producto Cumafós, el que más se ha venido utilizando en el último lustro, ya no ha demostrado ser una buena opción, al llegar solo al 78,48 por ciento de eficacia. Esto es debido a que las bacterias han desarrollado una resistencia a dicha sustancia.

Asimismo, también se volvió a introducir un principio activo que se utilizaba en los inicios de la lucha contra la enfermedad, Fluvalinato, pero que quedó en desuso por su paulatina falta de resultados positivos. De este modo, se pretendía probar si se había producido una reversión de la situación después de años sin usarlo, pero los datos obtenidos confirmaban que sigue siendo ineficaz.

El presidente de la Diputación, Javier Iglesias destacó que gracias a estos datos, los apicultores optimizarán sus esfuerzos e inversiones, con un mayor éxito. De igual modo, destacó las virtudes de un producto fabuloso ?de extrema calidad y de alto valor añadido? porque supone la creación de muchos puestos de trabajo y dinamiza la economía de Salamanca.

A juicio del secretario provincial de COAG, Aurelio Pérez, ?se ha hecho un gasto adecuado y modélico de fondos públicos? para tratar de mitigar los efectos de la mortandad en las colmenas, que ronda el 20 % por la varroa. Eso supone, precisó Pérez, que cada año mueren 54.300 colmenas por la enfermedad en Salamanca. Traducido a términos económicos la varroa le cuesta 5,9 millones de euros al año a los apicultores charros.

El trabajo ?pone en manos del sector información sobre cómo actúan productos y sobre productos nuevos aunque también depende mucho del manejo que hagan los agricultores?.

Apicultura en Salamanca

Salamanca es de referencia en la producción apícola en Castilla y León, ya que es la provincia más importante de la región en este ámbito y la que congrega a un mayor número de apicultores profesionales. Además, con más de 270.000 colmenas, es la primera en número de panales y la principal productora de polen a nivel nacional.

De las 555 explotaciones apícolas registradas en la provincia, alrededor de 350 productores son profesionales, lo que supone el 54 por ciento del total en la Comunidad Autónoma. 

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