El secretario territorial de la Delegación, Fernando Díaz Torres, y el jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, Javier García Presa, han asistido en la mañana de este miércoles a la inauguración de la planta de demostración “Waste to biofuel” que Abengoa ha puesto en funcionamiento en el municipio de Babilafuente. La operación de la primera planta de demostración con esta tecnología tendrá capacidad para procesar 25.000 toneladas de residuos sólidos urbanos de los que se obtendrán hasta 1,5 ML de bioetanol apto como combustible.

La empresa Abengoa Bioenergía, propietaria de la planta de biocombustible de Babilafuente (Salamanca), ha inaugurado de forma oficial la planta de demostración ‘Waste to Biofuels’ (W2B), que procesa residuos sólidos urbanos para convertirlos en biocombustible, de manera que resuelve el problema de gestión de residuos y produce una energía renovable en el mismo proceso y gracias a una tecnología propia de la que posee la patente.
 
La planta de demostración, un concepto intermedio entre una planta piloto y una comercial, lleva varios meses en pruebas. La idea es recibir residuos sólidos urbanos, separarlos y triturarlos mediante un sistema de presión y temperatura. Cada tipo de residuo recibe un tratamiento diferenciado en función de si es reciclable, como los plásticos o los metales, o si es materia orgánica. La tecnología de Abengoa permite transformar 25.000 toneladas de residuos en 1’5 millones de litros de bioetanol apto como combustible, según la información de la compañía recogida por DiCYT (www.dicyt.com).
 
La tecnología W2B de la empresa logra biocombustibles de segunda generación mediante un tratamiento de fermentación e hidrólisis enzimática que transforman la materia orgánica, rica en celulosa. La diferencia entre la producción de etanol de primera y de segunda generación es que la primera se basa en la utilización de materias primas como los cereales, mientras que la segunda, que requiere una tecnología muy superior, se basa en el uso de celulosa, una abundante molécula orgánica que se puede extraer de muchos otros materiales, como la madera. Además, el aprovechamiento en el primer caso es poco eficiente y puede entrar en conflicto con el uso de plantas para fines alimentarios, cosa que no ocurre en el caso de los residuos sólidos urbanos, por ejemplo.
 
Durante la inauguración, Manuel Sánchez Ortega, consejero delegado de Abengoa, ha destacado que “esta planta pone de manifiesto, una vez más, la apuesta de Abengoa por la investigación y la innovación tecnológica, que le ha permitido mantener una ventaja competitiva en sus sectores de actividad, liderando proyectos con un gran potencial tecnológico, y programas en los que participan centros de investigación de referencia a nivel mundial y socios estratégicos”.
 
Múltiples aplicaciones
 
El bioetanol producido en la planta W2B tiene múltiples aplicaciones como aditivo para la gasolina, aumentando su octanaje; combustible para automóviles, producto de uso en la industria química y farmacéutica (en disolventes o cosméticos, por ejemplo), e incluso como producto intermedio en la producción de combustibles de aviación (‘jet fuel’).
 
Además de en esta planta de Salamanca, la tecnología W2B también ha sido probada en una planta que Abengoa tiene en Nebraska (Estados Unidos) y se está implantando de cara a su comercialización en otra planta ubicada en Kansas (Estados Unidos). El objetivo es avanzar en el desarrollo de nuevos combustibles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Según la empresa, con la nueva planta de Salamanca, Abengoa reafirma su compromiso con el medioambiente y el desarrollo sostenible, concretamente en el sector de los biocombustibles, consolidando su posición de liderazgo e innovación en el mismo.

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