La Asociación de Jóvenes Apicultores Salmantinos y la Asociación de Apicultores Cacereños se han unido en un frente común en pro de la trashumancia y para atajar los problemas que ambas organizaciones tienen en Castilla y León con respecto a ciertas normativas municipales, sobre todo, de la provincia de Zamora, que les impiden su modo de trabajo.
Tras un primer acercamiento en los últimos días, ambas organizaciones han decidido apostar por la realización de actuaciones conjuntas para que “de una vez por todas” se les escuche y “se tomen las medidas pertinentes”, aclara el presidente de la Asociación de Jóvenes Apicultores de Salamanca, Castor Fernández, quien, además, añade que “este problema se lleva arrastrando desde hace mucho tiempo”. “Son constantes los boicots que se sufren y a ello se suma la libertad de las ordenanzas que regulan tasas desorbitadas a los foráneos o directamente impiden los asentamientos”, añade mientras pide que la Administración tome cartas en el asunto.
En este sentido, los apicultores aseguran que llevarán a cabo una constante vigilancia de las normativas que se publiquen en las provincias para denunciar inmediatamente “los abusos por los que pasan los profesionales foráneos”.
Tras la primera reunión “de muchas que tendremos”, los apicultores salmantinos aseguran tajantemente que “trabajaremos para defender lo que consideramos justo, nuestro modo de vida y de trabajo y no sólo no uniremos en temas de trashumancia”.
Se pretenden evitar de esta forma sucesos como el que el pasado mes de junio terminó con 430 colmenas del apicultor salmantino Jorge Navarro.
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