Con tiempo bochornoso, y amenazando tormenta que se desató a partir de la tercera vaca, se ha celebrado la final de este VIII Certamen Taurino. Se han tentado eralas de Mercedes Pérez Tabernero, que mansearon en el caballo, que sirvieron en la muleta, pues fueron de  noble y boyante embestida, no sacaron dificultades y se prestaban al lucimiento de los novilleros, pero cayó aguacero, se levantó un airón del demonio, y aunque todo siguió su curso, el desapacible tiempo diluyó un tanto el festejo.

En primer lugar Carlos Aranda de Ciudad Real, ya dijimos anteriormente que se trata de un torero de muñecas excepcionales, que sabe en lo que anda y, torea con un gusto exquisito, y maneja la muleta con temple, con una y otra mano, sabe de las distancias, la colocación y el reposo, faena de corte muy artístico, quizás un tanto frió en esa seguridad que mostró en su labor.

El segundo puesto fue para el salmantino Alexis Sendin, que siempre sale con el ánimo, la disposición y afición como carta de presentación manejo muy bien el capote, se le vio muy asentado, sabia que tenia que emplearse para conquistar una plaza, y mostró su mejor versión en toda la primera parte de la faena, poderosos los muletazos, bien rematados, corriendo la mano con criterio, siempre al toque y adelantando los engaños, en el nudo de la faena se vio por momentos sorprendido empezaron las dudas y a punto estuvo de malograr su buen hacer en esta tarde. Consiguió la cuarta plaza.

Tercero Fernando Rey, de Guadalajara, un torero todo tesón firme, poderoso y aguerrido, no exento de buena técnica y de valor, le pillo el vendaval pero aun así con mucha raza, supo sortearlo, domina bien las suertes y en su anterior actuación demostró que tiene ganas de ser alguien en este menester del arte de torear, lo cierto es que estuvo muy en novillero.

El cuarto lugar fue para Juan Torres de Zaragoza un menudo torero todo ánimo y entrega que torea bien y con desparpajo, muy variado y siempre hacia delante, manejó bien los engaños, sabe de los terrenos que pisa y torea de dulce ni se inmutó ante el aguacero que le calló encima, todo lo contrario, ponía en corazón en cada lance. Fue segundo clasificado y Rosquilla de Plata en su trofeo.

Quinto puesto para posiblemente el torero más cuajado, de cabeza privilegiada, siempre entregado a sacar el mejor partido de su oponente, en su anterior actuación ya dejó patente que estaría en la final y a poco mas que se propusiera ganaría este certamen como ha si fue, un torero ya de nivel listo y preparado para entrar en caballos, excelentes cualidades las de el torero Vicente Soler de Castellón.

Y puso final Rafael Reyes de Córdoba, que no terminó de acoplarse bien a la becerra, con el piso de plaza ya embarrado pero en cordobés que tiene gusto, toreó esta tarde muy al hilo por ambos lados, un tanto desdibujado se afligió, su toreo por momentos con cadencia pero muy despegado no lucían los pasen que se quedaban vacíos de contenido, debe embraguetarse un poco más adelantar más el engaño, y rematar los pases que se perdían en monotonía.

Fermín González, comentarista Onda Cero Radio- Salamanca

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