Los médicos tienen que enfrentarse cada día a las consecuencias que los virus provocan sobre los pacientes. Ahora parece que se suma otro tipo de virus más ajeno a sus conocimientos y que repercute, en esta ocasión, sobre la salud de los propios médicos. Son los virus informáticos y así ocurrió hace dos semanas cuando se cayó por enésima vez el sistema informático de Sacyl. Una mutación del virus informático Conficker se introdujo en los servidores centrales de Sanidad y fue pasando a todas las provincias hasta llegar incluso a ordenadores particulares en las consultas de los médicos.

El fallo generalizado sufrido por el sistema informático en los centros de salud y hospitales dejó sin atender un tercio de las citas que estaban previstas, según denuncia el sindicato médico CESM. Medora, que es el programa que dirige la información dentro del sistema de atención primaria en el Sacyl, se colapsó durante cinco horas, debido a días antes se instaló una nueva versión de este programa para la adaptación al proyecto de la receta electrónica. Pero la actualización no llegó eficazmente a los antivirus, a tenor de los resultados.

Los fallos del programa Medora se remontan al pasado verano, provocando estrés y ansiedad en los trabajadores sanitarios, y trastornos en los usuarios. Así lo denunciaba ya entonces la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSI-F), que recordaba también que los fallos y defectos del nuevo ?software? de Atención Primaria estaban generando retrasos y errores en los centros de salud. En estas circunstancias, no se pueden valorar las pruebas diagnósticas, ni consultar tratamientos, radiografías, analíticas ni todo aquello que conlleva una historia clínica. "Se ocasionan continuas y largas paradas en las consultas al cabo del día, generando malestar e impotencia entre los profesionales y alarma entre los usuarios de un servicio público esencial, como es el sanitario", añade la Unión General de Trabajadores (UGT).

Dificultades para dar una cita previa, problemas en los listados de pacientes para consulta, lentitud del ordenador para acceder a datos o historiales, equivocaciones en los historiales médicos, bloqueos y ?cuelgues? del programa que provocan mucha pérdida de tiempo son circunstancias que se producen ?con más frecuencia de la deseada, razonable y asumible?. Unos fallos que están deteriorando el normal funcionamiento del sistema, con la consiguiente repercusión negativa en la calidad asistencial prestada a los usuarios de la sanidad, que también se ven afectados y sufren las consecuencias. "Sin duda es otra consecuencia más de los recortes que esta consejería achaca a la crisis pero que en realidad responde a la voluntad de ir debilitando la calidad asistencial para que el ciudadano se refugie en la medicina privada", añade Comisiones Obreras (CCOO).

 

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