La parroquia de San Juan de Sahagún ha acogido este martes la tradicional ofrenda al patrón de Salamanca que tiene lugar cada víspera del 12 de junio. La Corporación municipal y autoridades locales acudieron a la eucaristía y la posterior muestra floral en la estatua del santo.
 
Juan de Sahagún (1430-1479) fue un religioso nacido en la villa de Sahagún, provincia de León. Tras ser colegial del Colegio Mayor de San Bartolomé, se ordenó fraile agustino en el famoso convento que esta Orden tenía en Salamanca. Fue conocido por su intervención en la vida de la ciudad y su mayor logro fue conseguir apaciguar la querella que enfrentaba a dos bandos de familias nobles que durante cuarenta años disputaron en Salamanca, con muchas muertes por ambas partes.
 
De él se recuerdan en Salamanca dos milagros: cuentan las crónicas que un niño se cayó a un pozo profundo, pero Juan echó su cíngulo, que llegó hasta donde el niño pudo tomarlo. Entonces el santo hizo subir el nivel del agua hasta que el niño llegó a la superficie. El milagro se recuerda en la calle donde ocurrió: Pozo Amarillo. El otro milagro dice que un toro bravo se había escapado por las calles de Salamanca sembrando el terror. Juan le detuvo y amansó diciéndole: “Tente, necio". La calle donde esto ocurrió tiene ahora el nombre de Tentenecio. Se dice de él que con sus oraciones libró a Salamanca de la peste del tifo negro, pero, ironías del destino, murió envenenado.

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