Los datos del paro publicados este martes por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ponen de manifiesto un grave problema en la economía de Salamanca: el sector servicios está también tocado de lleno por la recesión. La provincia charra se caracteriza por el turismo, sobre todo tras el pinchazo de burbuja inmobiliaria, como fuente de riqueza y creación de empleo, pero la crisis pasa factura al bolsillo de los españoles y, con menos visitas, son necesarios menos trabajadores. Así, la hostelería y el comercio ya no tienen capacidad para absorber desempleados de otros sectores y pierden fuelle respecto a años anteriores, generando escasos empleos.
 
La última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al segundo trimestre de este año, mostraba que el sector servicios ha perdido 3.600 trabajadores durante el último año en Salamanca .Los datos publicados ayer por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social vienen a corroborarlo, pues agosto concluyó con 19.716 parados, 3.775 más que el año pasado, lo que supone que las listas del paro suman cada día más de diez nuevos parados del sector servicios. Y es que este verano apenas se logró disminuir el desempleo en 528 personas, tres veces menos que el año pasado, cuando entre mayo y julio se generaron 1.500 puestos de trabajo.
 
El turismo enlaza tres meses a la baja por primera vez desde el inicio de la crisis
 
El único sector económico de Salamanca que había sobrevivido a la crisis también desfallece. El turismo ha enlazado sus primeros tres meses consecutivos a la baja desde el inicio de la crisis, pues entre mayo y julio llegaron 12.500 visitantes menos que hace un año, lo que se traduce en una media de 137 turistas menos cada día. Además, pasan menos tiempo en la provincia, ya que las pernoctaciones se redujeron en 22.000 respecto al verano pasado, es decir, que los turistas pasan un día menos en tierras charras.
 
Según datos de la Encuesta de Ocupación Hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre mayo y julio de este año han llegado a Salamanca 233.471 personas, frente a las 246.027 del año pasado. Desde el inicio de la crisis, el sector supo capear el temporal con nuevas ofertas, aprovechando la menor disposición económica de los españoles para viajar al extranjero o irse más días a la playa, eligiendo el turismo de interior, donde la provincia charra es uno de los referentes nacionales. Las visitas de extranjeros también impulsaron un sector incluso con las mejores cifras de su historia. 
 
Así comenzó el año, pero desde mayo, el bolsillo de los turistas ya no está para muchos trotes, contrayéndose el consumo de manera importante. Por ejemplo, las tiendas de recuerdos han reducido sus ventas en un cincuenta por ciento. Los comercios salmantinos no paran de ver cómo los ingresos disminuyen mes a mes pese a que la cifra de turistas se mantiene, pero permanecen menos días en la capital y gastan menos. 

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