Por ello, desde CSI-F manifiestan su más absoluto rechazo al texto presentado por Sanidad. "Habida cuenta que el objetivo final del borrador que nos han presentado busca medidas economicista, enfocadas a la reducción del gasto, sin importar las consecuencias negativas que su aplicación podría originar en un futuro próximo tanto a los usuarios de los centros sanitarios de nuestra comunidad como a los profesionales sanitarios que desempeñan sus funciones en dichos centros", explica en un comunicado.
El sindicato argumenta que el borrador que se les han presentado "denota en su planteamiento un tal desconocimiento del funcionamiento real de las unidades de gestión clínica implantadas ya en otras Comunidades Autónomas, las cuales sí tienen una organización clara y con unos objetivos de eficiencia y eficacia contrastados para mejorar la calidad sanitaria. El actual borrador que presenta Sacyl, si no es modificado en su totalidad posiblemente creará un daño irreparable a la sanidad de Castilla y León".
Añade que su aplicación tal como está planteada crea una inseguridad laboral para todos los trabajadores, "creando reinos de taifas de tal magnitud, que se destruirá el modelo actual sanitario". Y es que, a su juicio, los trabajadores pierden todos los derechos adquiridos por sus oposiciones, "ganados durante años con esfuerzo y preparación, a diferencia de la mayoría de los gestores políticos, con deficiente preparación en gestión, nombrados a dedo, que nos pueden llevar a un caos en la sanidad de Castilla y León".
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