En la actualidad, los agricultores de patata están optando por dejar en la tierra la patata ante los pésimos precios que tiene el tubérculo, que no llega ni para cubrir el 50 % de los gastos de producción que tiene una hectárea de patata.
El presidente de Asaja Salamanca, Luis Ángel Cabezas, destacó esta mañana que el objetivo era conjugar reivindicación con solidaridad. “Debemos reivindicar porque los precios actuales en la patata están causando unas cuantiosas pérdidas a los agricultores de esta provincia; y solidaridad porque creemos que este es el mejor camino para hacer llegar estos alimentos a las personas que de verdad lo necesitan”, resaltó.
Cabezas reconoció que el sector teme que va a quedar mucha patata en la tierra, “y es muy triste que por la especulación de unos pocos los agricultores se arruinen y otras muchas personas, que están pasando hambre o necesidad, no puedan beneficiarse de este alimento”. Debemos agradecer al Banco de Alimentos, prosiguió el presidente, “el trabajo que realiza los 365 días del año en beneficio de las personas que están en esa situación económica complicada”. Luis Ángel Cabezas también agradeció el trabajo desarrollado por la Cooperativa Aranpino para hacer posible la donación de las patatas.
Grandes pérdidas
Luis Ángel Cabezas ha recordado que los agricultores están teniendo pérdidas superiores a los 2.000 euros por hectárea sembrada en los casos donde se está extrayendo la patata. “Hay muchos agricultores que ante el precio que le ofrecen y el coste simplemente de la cosechadora, están optando por no sacar la patata de la tierra, para no incrementar las pérdidas”, indicó.
Por su parte, el presidente del Banco de Alimentos, Godofredo García, agradeció el gesto de la organización agraria y aseguró que las patatas donadas “van a llegar a personas de Salamanca que las necesitan”. Además calificó la donación de “detalle solidario muy bonito y de agradecer que abre un camino de colaboración”.
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