Un otoño más, el Parque de los Jesuitas se convierte en el escenario de la fiesta de San Martín. Este sábado, la Asociación de la Lengua y Cultura Alemanas Max & Moritz celebra esa tradición, que cada vez cuenta con más interés y mayor participación. Antes, en la sede de la asociación de vecinos del barrio Oeste se han elaborado estos farolillos.
 
Como es costumbre, al anochecer los niños alemanes escenifican la leyenda de San Martín en la que un soldado romano parte su capa en dos para ayudar a un pobre. Al descubrir más tarde que ese pobre hombre era Jesús, se convierte al cristianismo y después llega a ser Obispo de Tours. A continuación, los niños encienden sus farolillos, hechos por ellos mismos, y recorren el parque cantando las típicas melodías sobre el santo. Después, para entrar en calor, los organizadores reparten vino tinto caliente entre los adultos y a los pequeños se les ofrece un bollo típico alemán que se llama Brezel.
 
Cuenta la leyenda que un frío día de invierno en 337, San Martín de Tours joven militar de 15 años viendo a un mendigo tiritando de frío, cortó su capa por la mitad y se la entregó. La noche siguiente Cristo se le apareció vestido con la media capa para agradecerle su gesto y San Martín decidió dedicarse a la vida religiosa. La Asociación Max & Moritz tomó su nombre de los célebres personajes de la literatura infantil germana. Fue fundada hace 22 años y cuenta con casi 25 familias, de las que mayoritariamente al menos un miembro es de origen germano. Esta asociación tiene como objetivo fundamental conservar la lengua alemana y mantener las tradiciones y costumbres propias de la comunidad germana.

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