En este sentido, el malestar en la plantilla y en el cuerpo técnico es patente y a las nueve de la mañana, cuando estaba previsto iniciar el entreno, todos decidieron no salir al verde y mantuvieron una reunión con la dirección deportiva, que tampoco puede hacer nada todavía.
El problema radicaría en que las cantidades en un principio pactadas no serían actualmente esas, algo que no entiende un grupo dispuesto a trabajar desde el principio y que ha estado entrenando sin haber firmado todavía contrato alguno. Las mismas habrían sufrido de media un 20% de rebaja respecto a lo que se pactó.
Las caras de los futbolistas reflejaban la incertidumbre que ahora hay y la dirección deportiva sólo se resignaba a que a lo largo de la mañana cuando contacten con Juan José Hidalgo, que está en Venezuela donde son varias horas menos, y el empresario vuelva a dar el visto bueno para respetar las cantidades pactadas y parece siempre dadas por él de paso. Aunque no se han querido destapar las cantidades, sí que se ha señalado que “no son cifras muy altas respecto a lo que algunos equipos están pagando”.
Todos se marcharon esperando la comunicación para saber si podrán o no entrenar en la sesión de las 19:00 horas. El inicio del nuevo Salamanca no se libra de sobresaltos inesperados.
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