Salas de los Infantes y Zaragoza se unen para estudiar los dientes de los dinosaurios terópodos, carnívoros y bípedos, de los que el museo serrano conserva una colección notable.

La riqueza en hallazgos de fósiles de dinosaurios en la Sierra de la Demanda sitúa a ésta en un lugar privilegiado y de referencia para paleontólogos de todo el mundo. El mejor ejemplo es el dinosaurio descrito en Burgos, Demandasaurus darwini, citado frecuentemente en artículos de revistas científicas de prestigio.

Para impulsar este proyecto, un paleontólogo de la universidad de Zaragoza, Antonio Alonso, está trabajando en Salas de los Infantes. Alonso se está especializando en este tipo de fósiles que son el objeto principal de estudio en la tesis doctoral que está elaborando. Los resultados de estos estudios se publicarán en congresos y revistas especializadas.

Del primer contacto con los fósiles del museo salense, Alonso ha documentado una diversidad interesante en los grupos de terópodos presentes en los ecosistemas del cretácico inferior burgalés. Por un lado, se identifican megadepredadores de la época:

Entre ellos destacan por su abundancia los espinosáuridos, grandes  depredadores bípedos con cráneos alargados y dientes cónicos que recuerdan a los de los cocodrilos. El nombre de la familia hace referencia a una llamativa estructura en forma de vela en la del género tipo, Spinosaurus.

Carcharodontosáuridos, entre los que se encuentran varios de los mayores depredadores terrestres conocidos como el fósil argentino Giganotosaurus (una longitud de 13 m. y casi 14 toneladas de peso). Fueron abundantes en Sudamérica, y se distribuyeron por África, Noerteamérica, Asia y Europa.

Junto a esos temibles depredadores, el registro fósil de la Sierra de la Demanda  comprende  especies de menor tamaño como son los dromeosáuridos, un grupo amplio y diverso donde se incluyen los famosos velocirraptores, protagonistas de la serie de películas de Jurassic Park. Las diferencias de tamaño explican, por ejemplo, el reparto de presas de diferentes tipos entre los grupos de dinosaurios terópodos.

A pesar de que un diente es un simple elemento anatómico de un vertebrado, en el caso de los dinosaurios terópodos, sus dientes son objeto de un creciente número de estudios, pues aportan información sobre la diversidad de la fauna de dinosaurios depredadores, así como de su evolución a lo largo del tiempo.

Este es  un aspecto especialmente valioso cuando no hay fósiles de huesos abundantes y, por lo tanto, la información puede llegar a ser escasa. Se da la circunstancia de que los dientes fósiles de dinosaurios son frecuentes en los yacimientos gracias a la resistencia al deterioro que tiene el esmalte, y a que esos animales reemplazaban los dientes varias veces a lo largo de su vida.

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