Todo indica que el plan de Juan José Hidalgo es llegar hasta este punto para negociar mano a mano con la Federación, ya que así pagaría menos dinero y, entre otras cosas, evitaría que los administradores concursales se llevaran el dinero que pretenden cobrar. Pero el camino que tiene por delante el presidente de Globalia no va a ser tan fácil como a priori se preveía.
Con el reglamento en la mano, concretamente con el artículo 194 que trata de la cobertura de vacantes por causas económicas en Segunda División B, podemos comprobar que existe un orden preferente para quedarse con la plaza que ahora deja la ya extinta Unión Deportiva Salamanca. En primer lugar, tendrán preferencia para ocupar ese lugar los equipos de Tercera División de Castilla y León, que en el caso de haber varios interesados se echaría mano de la clasificación para resolver la situación; en segundo lugar, estárian aquellos clubes castellanos y leoneses recién descendidos de Segunda División B. Hasta aquí la preferencia para los equipos de la Comunidad Autónoma. A partir de aquí se abre el abanico para todos los equipos de Tercera División y en el caso de que ninguno de estos solicitara la plaza, se abriría también para todos los equipos que han descendido este año de Segunda B.
En el caso del nuevo club que pretende crear Hidalgo, existe un vacío legal que no contempla esta situación, de lo que se deduce que si quiere participar en la misma categoría que ha dejado la UDS, podría encontrarse con algún obstáculo si algún otro club decide realizar una oferta por ella.
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