Iván Martín recordará esta jornada como la que arbitró con una brecha en la cabeza. La herida en la cabeza que se propició al golpearse en el vestuario con una balda tras el Hergar-Trinitarios de benjamines a punto estuvo de provocar que no se jugara el siguiente partido, entre el propio Hergar y el Guijuelo de categoría alevín. De hecho, él ni siquiera acabó pitando este partido, cediéndoselo a Josué Israel Cárdenas, el encargado en principio del partido entre ambos equipos en prebenjamines que recayó finalmente en el propio Iván Martín.

A esta decisión se llegó tras una reunión entre los entrenadores y delegados de los equipos afectados y el árbitro que quedaba 'sano' en el campo. Tras una llamada de este al Comité de Árbitros, la solución dada fue que pitara alguno de los delegados de los prebenjamines que acompañaban al equipo, algo que no fue aceptado. De hecho, Chuchi, el jugador del Guijuelo que acompaña también al alevín en sus partidos, pedía que si no podía pitar se suspendiera el encuentro ya que no podía esperar a que recibiera los puntos dado el viaje que el primer equipo debía realizar a Luanco, donde jugaban. 

Iván Martín, dada la situación, decidió pitar finalmente pese a su herida en la cabeza, aunque finalmente lo hiciera con el prebenjamín y no con el alevín como tenía asignado. Tras el partido, fue al hospital para recibir los correspondientes puntos. 

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