Una de las más contundentes fue Elena Diéguez, secretaria técnica de AECERIBER, quien manifestó antes de participar en las jornadas que hace falta "un cambio urgente de la norma" que tienda hacia la calidad para volver a recuperar el prestigio del sector. "Una norma sencilla en la que la raza ibérica sea la protagonista", porque según ella se comete un grave error al llamar ibérico al cruzado. Para Diéguez la nueva normativa no significa "expulsar a nadie" sino clarificar las cosas "y que el mercado actúe libremente". Además, Elena Diéguez afirmó que "si los cambios no son contundentes mal futuro le veo al sector. El cambio tiene que ser radical y ser bueno para el sector".
Por su parte, Gemma Trigueros, coordinadora de Alimentación de la OCU, señaló que hay excesivas denominaciones que en realidad luego no se encuentran en el mercado y el consumidor por tanto no tiene tanta libertad de elección. Además, criticó los elementos gráficos que se utilizan en muchas ocasiones y que dan lugar a la confusión, como por ejemplo "un jamón de cebo que tiene fotos de montanera". Trigueros afirmó que desde la OCU esperan que la norma de respuestas para que el consumidor sepa lo que compra.
El presidente de IBERCYL, Nicolás Llorente, afirmó que la propuesta escuchada es una "barbaridad" porque supone eliminar al 80% de los productores. Para Llorente no se necesita una norma nueva, sino que se pongan los controles necesarios para ver si se cumple la actual.
Las opiniones fueron diversas y para Fernando Fernández Cuesta, del servicio técnico de porcino de Nanta, encargado de presentar las jornadas "este año era obligatorio hacer una mesa redonda de la norma de calidad y hemos intentado reunir distintos puntos de vista".
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