La intervención educativa se orienta hacia la promoción, apoyo y normalización e inclusión del alumnado que tiene unas necesidades diferentes al resto. Pero, qué alumnos son los que demandan nuestra atención de un modo especial. Tiene como objetivos organizar la atención educativa y garantizar una respuesta educativa de calidad y ajustada a sus características personales al alumnado que, por su incorporación tardía al sistema educativo o por su situación de desventaja socioeducativa.
Dentro de este alumnado se encuentra el alumno inmigrante, que desconoce el idioma o que presenta un desfase de dos o más cursos en las áreas instrumentales, los alumnos que presentan hospitalización o convalecencia prolongada o los alumnos de especiales condiciones geográficas, sociales y culturales: minorías, ambiente desfavorecido, exclusión social o marginalidad, temporeros o feriantes y aislamiento geográfico que además de tener un desfase de dos o más cursos en las áreas instrumentales.
Las medidas de atención educativa se desarrollan preferentemente dentro de las aulas y grupos ordinarios. Con carácter temporal, de forma excepcional y en función de las posibilidades organizativas del centro, se establecen en la educación básica grupos flexibles fuera del aula de referencia en períodos lectivos semanales que, preferentemente, no serán coincidentes en la educación primaria con las áreas de Educación Artística y Educación Física, y en la educación secundaria obligatoria con las áreas de Educación Plástica y Visual, Educación Física, Tecnologías y Música.
Valoración de necesidades educativas
La valoración de las necesidades educativas del alumnado en situación de desventaja socioeducativa, siempre que presenten desfase curricular significativo de, al menos, dos cursos entre su nivel de competencia curricular y el curso en el que está escolarizado, requerirá la elaboración de un informe de necesidades de compensación educativa. La elaboración de este informe será responsabilidad del tutor, con la colaboración del resto del profesorado, así como el asesoramiento del orientador que atiende al centro. Los padres o tutores legales del alumno serán informados del resultado de la valoración de las necesidades de compensación educativa de su hijo mediante comunicación, en la que deberán manifestar su conformidad respecto a la respuesta educativa propuesta.
El profesorado que intervenga en este programa tiene que reunir unas características adecuadas para poder tratar con este tipo de alumnado. "La verdad que es un trabajo difícil pero muy gratificante a la vez. La empatía es una característica fundamental, el poder empatizar, conectar con ellos es imprescindible para el buen funcionamiento del programa. El ser dialogante, comunicativo hace posible que ganes la confianza de tus alumnos y puedas trabajar con entusiasmo en unas condiciones óptimas y en un clima positivo. Cualquier momento es bueno para comunicarte con ellos, en el pasillo, en el patio de recreo, en el aula. El saber nuestros alumnos/as que nos sentimos preocupados por ellos hace que se establezcan vínculos muy fuertes. No cabe duda que una de las carencias más importante de nuestros alumnos es la afectividad. Con cariño y agrado tenemos mucho camino ganado", concluye la junta de personal docente.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios