No lo esperaban pero la ilusión y el trabajo se acaba pagando. Los infantiles del RS Monterrey marchan segundo en la tabla en una Tercera Provincial mucho más dura que lo que el nombre puede dar a entender. Los equipos son fuertes y solo con solidez se puede afrontar una temporada tan larga y exigente.

Así la afrontan desde este conjunto que ha hecho del Reina Sofía un fortín en el que solo el Béjar Industrial B, otro de los conjuntos de arriba, ha conseguido sacar algo. Y esto a pesar de que las dimensiones del campo son muy amplias, sobre todo para los jóvenes futbolistas que comienzan en esto del fútbol 11. Más dificultades todavía que desde el equipo han sabido limar.

De hecho, el objetivo en este aspecto es conseguir un equipo ordenado, que no tenga que correr mucho para recuperar la pelota, sino que se mantenga en el espacio que debe, agrupado. Solo así la presión podrá resultar buena y el resultado, de momento, está siendo magnífico. Obviamente, esto no se podría realizar sin unos jugadores que han captado la esencia del juego desde el primer día y que lo ponen todo en el campo.

En efecto, un conjunto que no destaca por una técnica desorbitada pero que sí lo hace por el corazón que pone en las cosas. También por estar muy compensado en el que las piezas, aunque cambien, no provocan un desbarajuste difícil de solucionar. Así, con una gran defensa y el hándicap, por nombrar alguno, del gol a favor, el conjunto está respondiendo a la perfección y solo le separan dos puntos del primer puesto.

Este es su secreto, más allá de lo unidos que están y de la meta del fútbol base, que los chicos hagan deporte, disfruten y se diviertan haciendo lo que les gusta. También aprendiendo algo que va más allá del fútbol como el compañerismo, y lo cierto es que todo es más fácil cuando el grupo humano es incluso mejor que el futbolístico. Buena parte de culpa también la tienen todos aquellos que rodean al equipo como padres y familiares.

Además, en lo que respecta a la competición, saben que debe quedar en un segundo plano cuando se trata del bienestar de todos. Solo se aprende jugando y, por ello, es importante que todos se sientan importantes. Más allá de eso, su edad, todavía corta, también indica que deban conocer varios puestos en el campo, también para aumentar la solidaridad con el compañero.

De hecho, lo más difícil para el cuerpo técnico es tener que dejar fuera a dos chicos que, dentro de poco, serán tres. Y es que a la plantilla de 18 se le va a sumar Íker, que ha despuntado precisamente por lo que los demás ya tienen. Su corazón y sus ganas, pese a no haber jugado anteriormente, ha convencido al equipo para que él también disfrute del fútbol. De momento no tiene ficha pero ya se está moviendo un partido amistoso para que pueda sentir una ilusión más allá de la de entrenar.

La plantilla está formada por Raúl y Fran (porteros); Mario, Rodrigo, Víctor, Sergio, Ángel, Casti, Pablo y Hugo (defesas); Pablo Caballero, David, Dani, Raúl, Huguito e Iván (centrocampistas); Luis y Javier (delanteros); Javier y Álvaro (entrenadores).

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