A juzgar por sus declaraciones durante la campaña, y también en los dos meses que han transcurrido tras el paso por las urnas, Izquierda Unida y el Partido Popular están, a grandes rasgos, de acuerdo en que es preciso reducir la carga impositiva a través de la eliminación de algunas tasas, como la que se aplica a las basuras de garajes y trasteros, y mediante la reducción de otras, como es el caso del IBI.

No obstante, a pesar de esta postura común, buena parte de las discusiones entre ambos grupos continúan girando en torno a estos asuntos. Este jueves, en el Pleno, antes de hablar acerca de la necesidad de firmar "un gran pacto de partidos" para reducir la carga fiscal, el PP presentó una urgencia para instar al Ayuntamiento a apresurarse para comenzar a tramitar el paso a suelo rústico de aquellos terrenos cuyos propietarios pagan IBI urbano en zonas en las que no se prevén proyectos urbanizables.

La urgencia, presentada por González Prada, no salió adelante, ya que los populares tan solo contaron con los diez apoyos de su grupo y recibieron la abstención del resto de los partidos. Tras la votación a mano alzada, Guarido tomó la palabra para explicar que el Ayuntamiento ya ha puesto en marcha este proceso y se ha reunido con los técnicos en el Catastro para saber qué se debe hacer ante la entrada en vigor de la nueva normativa que funciona desde el 26 de junio.

En ese sentido, Guarido acusó al Partido Popular de ser el culpable de la situación tras la firma del PGOU del 2011: "Ustedes crearon el problema y nosotros hemos empezado a solucionarlo en el primer mes", destacó, molesto ante la urgencia, el alcalde de la capital, que recordó que "quien paga el pato son los particulares que tienen pequeñas parcelas".

Ante la respuesta de Guarido, que no dejó opción de réplica al tratarse de una urgencia que no prosperó, González Prada lamentó el "abuso" del alcalde en el ejercicio de sus funciones antes de centrarse nuevamente en el asunto fiscal.

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