El sector bancario vive un segundo proceso de reestructuración desde que estalló la burbuja inmobiliaria. El primero provocó miles de despidos en España y la necesidad de ayudas millonarias para poder cuadrar las cuentas y que las entidades financieras no entraran en quiebra. Culminadas las fusiones y absorciones, y con los balances más saneados, los bancos ahora se enfrentan al reto de la banca a través de internet, reduciendo su presencia física y, con ello, provocando una sangría laboral. Esto perjudicará a una provincia tan rural como Salamanca, donde la mayor parte de los clientes bancarios es asiduo de sucursales.

El más cercano es el proceso de reestructuración de Banco EspañaDuero, primero planteando hasta 1.200 despidos y recolocaciones, ahora 1.030, aunque los sindicatos están presionando para que no sean más de 900. Afectarán principalmente a los servicios centrales de Salamanca, León, Valladolid y Madrid, pero también al cierre de 42 sucursales. Por eso los sindicatos ya han planteado una huelga indefinida a partir del 30 de mayo.

Hasta el momento se ha establecido una tabla sobre cómo se van a ir produciendo en función de las edades de los trabajadores, primero para plantear una prejubilación que partiría de los 56 años o una recolocación. Mientras, se sigue hablando en este segundo caso de 258 trabajadores que podrían acabar recolocados, doscientos en empresas dependientes de Unicaja y en 58 que podrían ser recolocados en otras entidades. De acuerdo a esto, habría unas cantidades que se dispondrían de indemnización en función del kilometraje entre la ciudad de origen y el puesto de trabajo definitivo.

Otra entidad financiera en proceso de reestructuración es Liberbank, que ha convocado a todas las secciones sindicales con representación en el grupo para informarles de un nuevo plan de ajuste que, según cálculos a partir de las previsiones de la entidad financiera, afectaría a unos 600 trabajadores, de los cerca de 4.000 de toda España (quince por ciento). En Salamanca hay tres oficinas: Puerta de Zamora, paseo del Rollo y María Auxiliadora con Alfonso IX de León.

Otros despidos en ciernes son los del Banco Santander y BBVA. El primero ha anunciado a los sindicatos una reestructuración de su red comercial y de sus servicios centrales que supondrá un ajuste de su plantilla y el cierre de 450 oficinas en España. Esta reestructuración afectaría principalmente a las de menor tamaño, aquellas que tienen entre uno y tres empleados, para conseguir tener otras más grandes, con más recursos humanos y técnicos, más rentables y que permitan al grupo seguir estando presente en todo el territorio español y en las poblaciones en las que ya está. Por su parte, BBVA tiene entre sus planes cerrar sucursales, hasta 2.800 a medio plazo, y, por tanto, reducir su plantilla.

Quien ya ha cerrado su única sucursal en Salamanca es Novo Banco, que tiene previsto despedir a 145 empleados de los 430 que forman la plantilla en España. El banco plantea un plan de recolocaciones y carta de recomendaciones. Pero no plantea prejubilaciones ni otros beneficios para los empleados de mayor antigüedad. 

 

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