El sindicato médico CESM ha elaborado un documento con las bases que deben recoger las Unidades de Gestión Clínica en el Sistema Nacional de Salud. A su juicio, las nuevas fórmulas que pretende implantar la Consejería de Sanidad en Castilla y León mediante un Decreto, "si saliera tal y como está escrito en su último borrador", no contará con su apoyo.
Así, explica que este borrador no cumple o no incluye gran parte de los criterios conceptuales básicos que a su juicio deberían tener las Unidades de Gestión Clínica y asumidas también por el Foro de la Profesión Médica a nivel nacional. Por ejemplo, en dependencia de las Gerencias, con carencia de personalidad jurídica propia. Y respeto, en todo caso, de la relación jurídica contractual del personal sanitario, que podrá acceder a cualquier iniciativa de Gestión Clínica en centros de gestión directa o indirecta, sin precisar modificación de tal relación jurídica.
También la implicación de los profesionales tanto en la gestión clínica como en la gestión de recursos, lo que obliga necesariamente a diseñar un proceso de adhesión voluntario, el respeto de los derechos adquiridos del personal, e impulsar una organización basada en los procesos asistenciales, lo cual supone diversos grados de complejidad, desde la Unidad de Gestión hasta Áreas funcionales interdisciplinarias, que incluyen integración intercentros e interniveles, con modelos organizativos internos participativos, sencillos y eficaces.
El documento de CESM también alude al liderazgo bien definido, con selección transparente, basada en la igualdad, mérito, capacidad y publicidad, alejada de servidumbres políticas, con proscripción de la libre designación, y adecuada al tipo de Gestión Clínica (Asistencial médica, Cuidados de Enfermería, etcétera); y contrato de gestión comprensible, asumible, realista y posible.
Finalmente, autonomía de festión real que implica un soporte, apoyo absoluto, constante y leal de Gerencias, áreas de gestión económica, administrativa, logística, admisión y documentación, con sistemas de información de costes y asistenciales, accesibles y fiables, que permitan una evaluación y un control periódico y permanente. A lo que se añaden incentivos económicos vinculados al grado de cumplimiento de objetivos, nunca al ahorro del presupuesto pactado y diseño específico para la Atención Primaria en función de sus características peculiares.
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