“Creo que sería un suicidio en este país y que nos dejarían morir tranquilamente de hambre antes que escuchar nuestras quejas”, aseguran algunos detractores, mientras que otros consideran que “los días de huelga no sólo pierde el trabajador, también la empresa y me refiero a la pequeña empresa no a las multinacionales enriquecidas, el país se paraliza y eso lo único que nos hace es hundirnos más y que la economía descienda más, por no hablar del poder adquisitivo a nivel individual”.
Por eso, hay quienes reclaman “huelgas generales pero definidas temporalmente y llegar a un acuerdo ciudadano para dejar de utilizar determinados sociedades vinculadas a políticos”. También abogan por la creación de plataformas ciudadanas que presionen al Gobierno, “pancartas en todos nuestros balcones, ya lo hicimos en el mundial y en la Eurocopa, que les de vergüenza que salgan a la calle, panfletos que expliquen la realidad de los cambios, mucha gente vive engañada” o incluso actos culturales, “la cultura y el arte siempre se oyen más apoyados por artistas o la clase intelectual del país a que nos sirven a los ciudadanos como ejemplo”.
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