La Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos ha presentado su quinto barómetro sobre educación y familia, en el que cabe resaltar cómo los jóvenes cada vez tienen menos cultura financiera y apenas saben de números para manejarse en el día a día sin la presencia de sus padres.

Por ejemplo, ocho de cada diez entrevistados (81%) considera que los jóvenes de entre 16 y 20 años no conocen la diferencia entre una libreta de ahorros y un talonario de cheques. Nueve de cada diez (91%) dice que no conocen la diferencia entre un cheque y un pagaré; y tres de cada cuatro tampoco saben la diferencia entre tarjetas de crédito y tarjetas de débito.  

Por eso, el 94% de los entrevistados está de acuerdo en que se incluyen conocimientos bancarios y financieros en el currículo de la educación obligatoria. Y es que este problema ya se arrastra de generaciones anteriores, pues el 84% de los encuestados, que han tenido o tienen una hipoteca, no entiende su funcionamiento ni los cálculos que realiza el banco para fijar la cuota mensual a pagar. De ahí que siete de cada diez están de acuerdo en que si los escolares tuvieran conocimientos de economía y finanzas habría en el futuro más y mejores empresarios.  

Una solución que evitaría así considerar que la universidad se ha convertido, en general, en un aparcamiento de jóvenes condenados al paro o al subempleo. Dos de cada tres entrevistados (67%) están de acuerdo en que los estudiantes de más de 18 años compaginen sus estudios con un trabajo remunerado; y casi seis de cada diez (58%) piensa que las empresas que contraten a estudiantes en trabajos a tiempo parcial deberían tener bonificaciones en la Seguridad Social y mejoras fiscales.  

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído