Izquierda Unida piensa “que una reforma fiscal se plantea para hacer frente a los problemas más graves que tiene la sociedad española actualmente como el paro, el mayor incremento de desigualdad social en toda la zona euro (un 12%), la disminución del 8,5% de la renta disponible de los hogares y no siendo equitativa para todos los sectores sociales, el que la economía sumergida supone el 26% del Producto Interior Bruto o el fraude fiscal que en España se establece en torno al 22,5% del conjunto de la recaudación (70.000 millones de euros). Además, este es el país que menor gasto público tiene de la Unión Europea. Se supone que la reforma fiscal que se quiere poner en marcha debería atajar este tipo de problemas, pero no será así. El planteamiento que hace el Gobierno es bajar el IRPF pero subir otros impuestos como el IVA, provocando subidas también en los precios de productos alimenticios y sanitarios. Por ejemplo, se estima que el agua, que la pagamos a un 4%, pasará al 21%. El Gobierno no ha convocado a un grupo de expertos para la puesta en marcha de esta reforma fiscal. Es un grupo de amigos”, denuncian desde Izquierda Unida.
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