Condenado a 3 años y 3 meses de prisión el joven que mató a una joven durante la Nochevieja Universitaria

 Condenado a 3 años y 3 meses de prisión el joven que mató a una joven durante la Nochevieja Universitaria
Condenado a 3 años y 3 meses de prisión el joven que mató a una joven durante la Nochevieja Universitaria
El joven E.L.S. ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal número 2 a un total de 3 años y 3 meses de cárcel por el atropello mortal a una joven durante la Nochevieja Universitaria de 2012. La sentencia, que se puede recurrir ante la Audiencia Provincial, establece que E.L.S. es autor de un delito de conducción bajo la influencia de alcohol y de homicidio imprudente por lo que le condena a 2 años y 6 meses de prisión. Además, a ello hay que sumarle otros 9 meses de carcel por un delito de omisión del deber de socorro.

Además, el joven dominicano nacionalizado español, tendrá privado el derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores por un periodo de 4 años y tendrá que pagar las costas y las indemnizaciones correspondientes. La sentencia establece finalmente que E.L.S. deberá ingresar en prisión.

Vista oral

La vista oral tuvo lugar el pasado 14 de enero en los juzgados y el acusdo se enfrentaba a un total de 4 años y 6 meses de prisión por un delito de homicidio por imprudencia y omisión del deber de socorro así como por un delito contra la seguridad del tráfico -la Fiscalía rebajó un año la pena tras añadir el atenuante de embriaguez-. Por el primero de los casos se le pedían 2 años de cárcel y por el segundo 2 años y 6 meses. Además, también se solicitaban 4 años de privación del permiso de conducir así como una indemnización.

 
Los hechos se remontan al 14 de diciembre de 2012 pasadas las 3:30 de la madrugada, cuando el acusado atropelló mortalmente a una joven estudiante hondureña en el cruce de Filiberto Villalobos. Esa noche se celebró en Salamanca la Nochevieja Universitaria y el test de alcoholemia del imputado dio positivo. Tras el accidente el acusado se dio a la fuga en dirección al río Tormes pero fue detenido en la rotonda de Salas Bajas.
 
"Bebí cervezas cenando pero no sé cuántas", reconoció el acusado durante el juicio.  Así, relató que paró en el semáforo de la avenida de Villamayor y arrancó, "iba a sesenta o setenta por hora", y entonces "justo cuando la ví frené porque si giraba había más gente en la calzada, cuando quise verla ya estaba encima". Tras el atropello huyó. "No me he dado cuenta de que he atropellado a una persona, me he bloqueado. Cuando quise reaccionar ya había pasado el puente", explicó.
 
E.L.S. relató cómo tras una cena en casa de unos amigos -en la que afirmó haber bebido unas cervezas hasta las doce de la noche- fue a dejar a su pareja a casa. Tras ello "me incorporé al paseo de Carmelitas, paré en el semáforo y arranqué. Iba a 60 o 70 kilómetros por hora porque por la noche a esa hora no hay tráfico". Contestando a las preguntas del Ministerio Fiscal, el acusado afirmó haber visto a gente dentro de la calzada y haber "tocado el claxón" -aspecto que poco después negaron todos los testigos, ya que ninguno de ellos lo oyó-. En este sentido, el joven dominicano afirmó haberse encontrado a la víctima "de repente".
 
En la vista oral el acusado reconoció haber sido condenado anteriormente por superar la tasa de alcoholemia, y afirmó haber recuperado el carnet de conducir en el mes de agosto después de haberle sido retirado durante un tiempo. La acusación particular fue más dura con el acusado y la abogada le increpó que tras el impacto, la víctima tuvo que estar durante unos momentos encima del capó "¿Cómo no se pudo dar cuenta?", a lo que respondío rotundo "No me di cuenta".
 
Testigos presenciales
 
Tras el interrogatorio del acusado los primeros en declarar fueron los testigos presenciales del accidente, entre los que se encontraba un amigo de la víctima que cruzaba la carretera junto a ella. El testigo relató que tras haber estado varias personas en casa de una amiga celebrando un cumpleaños en una vivienda del Paseo de San Vicente, "fuimos todos hacia la calzada por la acera. Comenzamos a cruzar a la altura de los contenedores hacia el paso de peatones". El amigo agarró la mano para cruzar a la víctima y cuando él que iba el primero llegó a la mediana se la soltó. Sin embargo cuando se dió la vuelta "ya no estaba Alison, mis amigos estaban justo en frente y cuando miré a mi izquierda estaba ya tendida en el suelo".
 
El testigo afirmó no haber visto al coche llegar, ni oyó ningún frenazo "solo oí un ruido sordo y me di la vuelta", afirmó. En respuesta a la pregunta de si la vícitima estaba utilizando el teléfono móvil en ese momento, relató "creo que lo llevaba en la mano, pero no lo estaba utilizando". Todo fue tan rápido que "no llegué a ver el vehículo cuando me giré".
 
El resto de las personas que acompañaban a Alison afirmaron no haber cruzado la calzada al mismo tiempo que ella y el primer testigo, y por ello vieron el accidente completo. De hecho, la primera en declarar confirmó no haber cruzado "porque me quedé asustada por la velocidad del coche", a ello añadió que "no oí ninguna frenada, ví el impacto y el coche siguió para adelante". En su visión de los hechos recuerda haber pensado "le da tiempo a cruzar" porque la cercanía de la víctima a la mediana era muy escasa.
 
En lo que coincidieron todos los testigos -dos de ellos por videoconferencia- es en la ausencia de otros vehículos en el carriz derecho -el acusado iba por la izquierda- así como el que hubiera hecho ninguna maniobra para poder sortear a la víctima.
 
Agentes de seguridad
 
En la vista oral también estuvieron agentes de seguridad tanto policía local como nacional. Los encargados de realizar la prueba de alcoholemia al conductor ratificaron el informe en el que se refleja que la tasa era de 0,58 y 0,57 a lo que añadieron que "tenía síntomas de estar bajo la influencia del alcohol. Tenía los ojos enrojecidos, las pupilas dilatadas y olía mucho a alcohol". Además, todos coincidieron en señalar que "no estaba en condiciones de conducir". 
 
Otro de los aspectos en los que incidió tanto la Fiscalía como la acusación particular fue el hecho de que el parabrisas se fracturó en el lado del conductor tras la colisión "lo que no explica que no se diera cuenta que atropellara a alguien". Por su parte los agentes encargados tanto de la inspección ocular como del informe técnico de reconstrucción detallaron los parámetros utilizados para llegar a diferentes conclusiones, como por ejemplo que la velocidad de circulación era de 78 kilómetros por hora -cuando la limitación máxima era de 50- que se redujo hasta 60 en el momento mismo del impacto por la frenada. Además, el informe añade que el tiempo de reacción aumenta cuando una persona ha ingerido alcohol y el inspector encargado destacó que "a la velocidad legalmente permitida no habría llegado a la algura del conflicto", es decir, que a la víctima le hubiera dado tiempo a cruzar.
 
Otro de los aspectos más destacados del informe policial es que refleja que cuando la víctima inició el cruce "el coche estaba fuera de su campo de visión, por lo que si hubiera mirado a la izquierda no lo habría visto".

Peticiones
 
Tras la declaración también de los padres -la madre biológica y el marido de la misma, que siempre la ha tratado como a una hija ya que con su padre biológico no tenía ninguna relación- el Ministerio Fiscal procedió a presentar su petición y modificó la conclusión para añadir en el delito de omisión del deber de socorro la atenuante de embriague, por lo que la pena solicitada por el este delito es de un año. A ello hay que sumar los otros tres años y 6 meses por un delito contra la seguridad del tráfico, así como 4 años de privación del permiso de conducir. 
 
Además, el fiscal alabó el informe policial y añadió que pese a la actitud de la víctima al cruzar por un lugar indebido y cerca de un semáforo que estaba en rojo no se podía comparar a la actitud "gravemente imprudente" del conductor que "ya sabía las consecuencias de consumir bebidas alcohólicas porque ya había sido condenado por ello". En cuanto a la responsabilidad civil el fiscal afirmó entender que el marido de la madre de la víctima, considerado como un padre por la misma, "está legitimado para recibir la indemnización".
 
Por su parte, la acusación particular pidió la pena máxima tanto privativa de libertada como de retirada del carnet de conducir, así como una responsabilidad del 100% para ambos progenitores.
 
La defensa del acusado sorprendió en las conclusiones y afirmó que "se le están solicitando más de cuatro años de cárcel por algo que relamente no es culpa suya".
 
Accidente
 
La víctima tenía veinte años y estudiaba Filología Inglesa en Salamanca, aunque procedía de Soria. Salía de casa junto a otras dos personas cuando fue atropellada y arrastrada más de veinte metros. Cuatro horas después murió en el hospital. Por declaraciones de testigos, los policías constataron que un vehículo monovolumen había sido el causante del atropello y que se dio a la fuga. Las dotaciones policiales localizaron poco después el vehículo circulando por el Puente Sánchez Fabrés, por lo que lo interceptaron en la Glorieta de la Charrería, en Salas Bajas. Al momento comprobaron que tenía un golpe en el capó, la luna fracturada y restos de cabello humano pegados en la luna, por lo que procedieron a la identificación y detención del conductor. Posteriormente se procedió a solicitar presencia de Policía Local para la realización de prueba de alcoholemia, con un resultado positivo aunque sin llegar al límite por el cual se considera delito. Al parecer, días atrás ya fue detenido por agredir presuntamente a una mujer con discapacidad.

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