Todo propietario de una vivienda tiene dos cuentas que atender, la particular y la de la comunidad de vecinos en la que reside, aunque solo suele preocuparse de la primera. Sin embargo, cada vez es mayor la importancia que el pago comunitario puede generar sobre las finanzas personales. Máxime cuando aumenta la morosidad y ello termina repercutiendo en las cuotas mensuales. 

El Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España ha publicado el último Observatorio de las Comunidades de Propietarios, donde recoge los últimos datos de morosidad en las comunidades de vecinos. En Salamanca se ha incrementado un 10% desde el año 2012, sobre todo por culpa de los bancos.

Las comunidades de vecinos de la provincia charra suman más de diez millones de euros de dinero pendiente de cobro en diversos recibos. De esta cantidad, 2,5 millones pertenecen a entidades financieras que son propietarias de pisos que no llegaron a vender en las diversas promociones o que han embargado a personas y empresas como consecuencia de la crisis.

Con respeto al periodo medio de cobro por parte de las comunidades de propietarios en 2014, se ha mantenido prácticamente invariable con respecto al año anterior, situándose la media en 169 días. No obstante, cada vez es más la parte de deuda que las comunidades de vecinos recuperan en los juzgados.

Y es que las necesidades son muchas cada día en las comunidades de propietarios. Luz y agua se pagan cada mes. También hay recibos ineludibles como ascensores y jardines, en caso de haberlos, o limpieza de portales en las comunidades más modestas. A ello se añaden gastos extraordinarios en aquellos edificios con más antigüedad. Sin embargo, según alerta el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas de España, una de cada cuatro comunidades tienen sus cuentas tan ajustadas que es imposible que asuman cualquier derrama.

 

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