La temporada en progresión del prebenjamín del Alba de Tormes está siendo realmente buena. Séptimos ahora en Primera Prebenjamín, su nivel lo demostraron el otro día con una gran victoria frente al Navega, cuarto en Liga, que tan solo había caído contra los tres primeros, frente a los que, incluso, se pusieron tres goles arriba.

Sin embargo, la victoria es lo de menos de ese partido. Lo más importante fueron las sensaciones que, efectivamente, se reforzaron con los tres puntos. El ver que los entrenamientos tienen su reflejo en los partidos, especialmente en lo que tiene que ver con el balón, es algo mucho más satisfactorio.

Y esto lo están haciendo con un equipo amplio en lo que varios de los jóvenes futbolistas son de primer año, algo que en prebenjamín se nota mucho en cuanto al físico. Es ahí cuando la competitividad dentro del terreno de juego adquiere más importancia si se quiere seguir progresando ya desde edades tempranas.

En esto están en este conjunto, en el que saben que lo verdaderamente esencial para los chicos es el tener una formación continua dentro y fuera del terreno de juego, en el que pasan gran parte de sus tardes. De hecho, la ilusión por el fútbol la demuestran cuando a la hora y cuarto de entrenamiento se suma siempre algún minuto más porque llegan antes y se van después. Incluso, en muchas ocasiones, el después acaban convirtiéndose en horas en las que se quedan jugando. Un entrenamiento es poco para ellos.

Por eso el dejar fuera cada día a cuatro jugadores es lo que más duele al cuerpo técnico, que afronta su segunda temporada con la mayoría de ellos pero, obviamente, todos tienen que tener sus minutos. Desde que arrancaron la temporada pasada, el objetivo sobre el campo siempre fue el mismo, jugar el balón con el equipo bien abierto, aunque sea difícil en estas cortas edades. El poso, eso sí, siempre queda y la progresión lo denota.

Lunes y miércoles entrenan para seguir con ello, también en todo aquellos que les hará ser personas como el hecho de que aprendan que son un equipo y que el trabajo entre todos es el que les puede llevar a seguir avanzando siempre, también, a través del esfuerzo y la superación personal. Por supuesto, lo primero para poder llegar a esta sensación es que disfruten con el fútbol y, viendo su ilusión y pasión, parece poco probable que no sigan progresando.

La plantilla está formada por Samuel y Diego Martín (porteros); Ángel, Alonso, Diego y Alí (defensas); Carlos Blázquez, David, Blas, Carlos Arroyo, Óscar e Ivan Chikov (centrocampistas); Manuel, José Enrique, Iván Campo y Guillermo (delanteros); Pablo y Ana (entrenadores).

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