Narra la historia de dos amigos y socios en el mercado de obras de arte: Martin Shulse, un alemán, y Max Eisenstein, un judío estadounidense que vive en California. En 1932 Martin decide volver a Alemania con su familia. Desde ese momento surge un intercambio de cartas en las que se vislumbra, entreverados con los detalles de su relación profesional y personal, la sombra de la situación política de Alemania. Visionaria, incisiva y con un final imprevisible, esta novela constituyó un acontecimiento literario y el más estremecedor mensaje de advertencia contra el nazismo.
El alto valor ético de la obra y la profundidad artística de su realización escénica, junto al inesperado golpe de escena final, han convertido este espectáculo en una pequeña joya teatral amada por el público y bien acogida por la crítica. La historia del judío Max y del alemán Martin, antes fraternalmente amigos y luego trágicamente separados por el ascenso del nazismo en la Europa de los años 30, queda marcada por el delicado equilibrio entre el humor sutil y la profundidad del drama humano que la autora supo infundir en las páginas de esta obra de arte literaria, escrita, con sagaz espíritu profético, en 1938.
Según contó la propia Katherine Kressman Taylor las razones que la llevaron a escribir el relato fueron que “poco antes de la guerra, unos amigos alemanes –cultos, intelectuales, de buen corazón– regresaron a Alemania después de haber vivido en Estados Unidos. En muy poco tiempo se convirtieron en nazis acérrimos. Se negaban a escuchar la menor crítica contra Adolf Hitler. Durante una visita a California se encontraron en la calle con un íntimo y viejo amigo judío. No le dirigieron la palabra. Le dieron la espalda cuando intentó abrazarlos. Me pregunté cómo podría ocurrir semejante cosa. ¿Qué les había hecho cambiar de esa manera? ¿Qué los había llevado a ese grado de crueldad?”.
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