La proliferación del uso de las nuevas tecnologías hace que los flujos de información a los que acceden los jóvenes sean más difíciles de controlar por parte de sus padres. La mayoría de adolescentes, incluso niños, poseen un teléfono móvil, un ordenador o una tableta. Por eso, muchos de estos dispositivos incluyen herramientas de control parental para limitar el acceso de los más pequeños a ciertos contenidos.

Sin embargo, datos revelan que tan solo el 15% de los padres utilizan estas herramientas, que suelen funcionar con claves de acceso que bloquean contenidos por defecto. Dado que se trata de un nuevo peligro al que se enfrentan los jóvenes por los riesgos que puede conllevar el acceso a determinadas páginas o ciertos perfiles, se hace necesario supervisar su comportamiento en las redes. SALAMANCA24HORAS ha salido para comprobar los métodos que utilizan las familias salmantinas.

 

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