Pilar Aparicio, profesora de nutrición y bromatología de la Universidad de Salamanca, impartió en la Facultad de Educación una conferencia sobre el nuevo etiquetado de los alimentos que entra en vigor este mismo mes de diciembre. Según Aparicio, aunque va en personas, son más los que cada vez se preocupan más por la composición, el origen y las cualidades nutricionales de los alimentos. ?Se pretende que esa información sea más accesible y rápida para que el consumidor pueda estudiar bien el producto antes de adquirirlo?, manifestó en este sentido.
Entre los cambios más significativos, que serán de común aplicación a todos los países de la Unión Europea por igual, se encuentra el que la letra de las etiquetas deberá ser más grande y legible. Otro de los aspectos a destacar es el mayor detalle y visibilidad de posibles alérgenos en el producto alimenticio o el obligatorio etiquetado nutricional para todos los alimentos. Por tanto, no se podrá ocultar la información sobre energía, grasas saturadas, hidratos de carbono, proteínas, azúcares y sal. Este aspecto, según Aparicio, es quizás ?lo más difícil de entender por parte de los consumidores?.
Siguiendo con los cambios más significativos, a partir del mes de diciembre se especificará el origen de los productos. También la procedencia de las grasas o la distinción entre producto congelado o descongelado. Los aditivos alimentarios y proteínas añadidas también deberán aparecer en el nuevo etiquetado así como el modo de envasado?. Pilar Aparicio ve con buenos ojos esta nueva norma ?aunque todavía quedan aspectos por desarrollar y ver si los consumidores lo comprenden bien. ?Hay veces que el consumidor, con tanta información, se pierde?.
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