Nada llega de la noche a la mañana. Todo requiere un trabajo que las alevines del Salamanca FF no han parado de realizar desde el primer día de la temporada. Solo hay que mirar la clasificación y resultados para darse cuenta de ello. Marchan quintas en el grupo dos de la Tercera Alevín y están consiguiendo mejorar sus resultados en la segunda vuelta.

Y es que el equipo se formó al comienzo de nuevo con la llegada de alguna jugadora y el paso de muchas benjamines a la nueva categoría. Los comienzos requieren adaptación y esta se produjo poco a poco hasta conseguir competirle a cualquier equipo, incluso a los dos primeros en la tabla, que marchan muy destacados.

Nada de esto hubiera sido posible sin las ganas de esforzarse de todos en el conjunto. Las jugadoras quieren seguir aprendiendo del fútbol y el cuerpo técnico, formado por Noelia y Celia, ambas del primer equipo, solo desprenden ilusión. Ahí radica parte importante de la progresión en el fútbol base, en que los propios ejemplos para las chicas, efectivamente lo sean. Es muy fácil que alguien muestre ganas si desde la entrenadora también se muestran.

Con esto, el equipo sigue progresando a través del fútbol con el balón y también sin él. Esta es la principal labor que dicen tener desde la propia Noelia y Celia, formar grandes personas a través del fútbol, un deporte de equipo que transmite solidaridad y compañerismo, entre otros valores, que no se pueden aprender en otros deportes individuales. La técnica, obviamente, es importante pero no tanto como el hecho de formar verdaderamente un equipo.

Y solo hay que echar un poco la vista atrás para ver la evolución que han tenido en este aspecto. Tanto que las propias pequeñas futbolistas se empeñan en ir a ver a sus entrenadoras jugar e, incluso, a emularlas. Por ellas, desde luego, no es ya que en los entrenamientos las preguntas llueven. “¿Por qué hacéis eso en el primer equipo? ¿Cómo puedo golpear así al balón?”, son solo ejemplos de las ganas de aprender.

Volviendo al comienzo, de hecho, nada llega de la noche a la mañana y varias jugadoras han sido convocadas a una Selección regional para preparar los próximos campeonatos. No sorprende dadas estas ganas que demuestran diarias y que les llevan a pedir, incluso, viajar con el primer equipo para ver a sus entrenadoras.

Esto anterior es solo un ejemplo de los premios que llegan a través del trabajo. Premios individuales pero también para el equipo ya que la reacción de las que no han tenido en esta ocasión la suerte de ir es la de trabajar más para, en el futuro, acudir junto a sus compañeras. Un plus que también dan Noelia y Celia siendo un espejo de que se puede llegar. Al final, sus entrenadoras son jugadoras del primer equipo a pesar de que, como cuenta Noelia, se considere peor que ellas, aunque sí demuestra que comiéndose el césped tienen mucho ganado.

El trabajo da sus frutos, efectivamente, y también lo demuestra la propia cantera del club en un deporte que es mayoritariamente masculino. El Salamanca FF sigue creciendo paulatinamente a pesar de que en algún terreno de juego, y por parte de alguna persona aislada, tengan que aguantar comentarios más propios de otra sociedad que tampoco merece la pena repetir. Esto solo consigue que sigan creciendo aún más y los números se pueden medir fácilmente.

La plantilla está formada por Vega y Ana (porteras); Lucía, Sofía, Mónica e Inés (defensas); Vero y Ángela (centrocampistas); Clarita, Ruth y Lula (extremos); Sara, Carrasco y Henar (delanteras); Noelia y Celia (entrenadoras).

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