El vicerrector de Investigación y Transferencia de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, ha inaugurado el programa de charlas 'Café Científico'. Esta iniciativa, organizada por la Universidad, acercará la ciencia a un café de la ciudad de Salamanca en un formato breve, relajado y ameno a través de investigadores propios de reconocido prestigio.

El vicerrector acudió al primero de los cafés que conforman la iniciativa organizada por el investigador de la Universidad Esteban Álvarez-Fernández. En esta ocasión el encargado de la charla fue Fernando Álvarez Lobato, profesor del Área de Geodinámica Interna, que impartió la ponencia 'Descubriendo los secretos del interior de la Tierra' y fue presentado por la profesora del Área de Cristalografía y Mineralogía Mercedes Suárez. En la actividad se trataron aspectos peculiares del estudio de las capas inferiores terrestres.

Todas las citas del 'Café Científico', una por cada Facultad, tendrán lugar en el Café Alcaraván a las 19:30 de manera mensual hasta mayo de 2017. La entrada a la actividad es libre hasta completar el aforo de la sala e incluye un café cortesía de los organizadores para los asistentes.

Fernando Álvarez desgranó uno de sus proyectos, relacionado con el estudio de huesos de neandertales aparecidos en cuevas de Asturias. ?Son restos que no estaban in situ, sino que habían caído por una serie de cavidades, así que nos llamaron para averiguar cómo eran y así tratar de encontrar más huesos?, explicó el investigador. Los investigadores de la Universidad de Salamanca utilizan instrumental de geofísica que te permite hacer ?una especie de ecografía de la tierra?. De esa forma, ?estuvimos trabajando para ver por dónde podía ir el sistema de conductos hasta el sitio en el que estaban los huesos?.

Una investigación muy diferente llevó a Fernando Álvarez Lobato a Marruecos para estudiar las ?anómalas? cordilleras del Atlas. ?Para que se formen cordilleras es necesario que dos placas tectónicas choquen, de manera que la corteza terrestre se arruga para producir altas montañas?, comenta. Otra característica de estas formaciones es la de tener una raíz muy profunda. "Al igual que un transatlántico debe tener una quilla más grande que una pequeña barca, lo mismo pasa en la corteza terrestre, las montañas deben ser muy profundas cuando destacan mucho en la superficie?, señala.

Sin embargo, en el Atlas ni el terreno está arrugado ni las montañas tienen raíces profundas, así que los científicos de la USAL se propusieron resolver el misterio y también lo lograron gracias a la geofísica. ?La solución es que hay una pluma del manto terrestre muy caliente, lo que hace es calentar la corteza de tal forma que la empuja hacia arriba?, concluye.

?Lo divertido es que Atlas era un dios del Olimpo al que por perder una batalla lo condenaron a sostener la tierra separándola de los cielos eternamente. La leyenda continúa explicando que Atlas se convirtió en piedra y que está en África sosteniendo unas enormes montañas, de manera que ya desde la Antigua Grecia se dice que las montañas del Atlas las sostiene alguien desde abajo, lo cual en cierto modo es cierto?, apunta el investigador.

En su opinión, historias como ésta ayudan a explicar al gran público las ciencias y en particular la geología, tan desconocida por el gran público como útil para diversos fines. ?Nuestra intención aquí es divulgar la geología, porque es la eterna olvidada de las ciencias, y hay que hacerlo de manera atractiva y divertida?.

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