Durante una visita que ha realizado a este parque que se concibe como un proyecto de sostenibilidad y un nuevo pulmón verde para Burgos, el regidor ha explicado que esta dotación contará con elementos inéditos que hasta ahora no existían en ninguna otra zona de la capital.
En este sentido ha indicado que la zona se reforestará con 1.500 nuevos árboles y arbustos. Además se construirán cuatro grandes toboganes de 40 metros, que se convertirán en los de mayor tamaño de la ciudad, y se instalarán otros dos más pequeños.
En este sentido, ha adelantado que el parque contará con una zona canina en la parte alta del cerro de San Isidro, con una pista hormigonada y acotada para practicar "skate", además de un gran Mirador en la parte alta del parque y grandes torres de iluminación de diez metros.
Las obras de acondicionamiento tienen un presupuesto de 1millón de euros y corresponden a la partida de inversiones sostenibles. Comenzaron en noviembre y cuentan con un plazo de ejecución de diez meses, después de haber sufrido un retraso de varios meses por parte de la empresa adjudicataria.
El alcalde ha manifestado que el Ayuntamiento está dispuesto a flexibilizar las condiciones del contrato para que el Real Moto Club Burgalés pueda hacerse con la gestión de un nuevo circuito de motocross que se ubicaría en una parcela de la ampliación del polígono industrial de Villalonquéjar, en el entorno del barrio de Villatoro.
El regidor defiende que Burgos debe contar con un nuevo circuito de Motocross y ha reconocido que hay discrepancias por el pago del IBI por parte del Moto Club, algo que no se pueden obviar porque este abono es una obligación que marca la ley.
En este sentido ha insistido en que el pago del IBI por parte del gestor de la instalación es obligatorio, pero ha aseverado que el Ayuntamiento podría flexibilizar las condiciones relativas a la inversión o el canon que sería necesario abonar por parte del Real Moto Club Burgalés.
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