La empresa de recursos humanos Randstad ha realizado un análisis de los datos publicados por el Servicio de Empleo Público Estatal para conocer la evolución de los contratos que implican movilidad de los profesionales españoles. En el conjunto de España, han alcanzado durante el primer trimestre del año su cifra más alta desde 2010. En Salamanca, las cifras siguen siendo negativas.

La capacidad del profesional de desplazarse a otro lugar para acceder al empleo refleja su compromiso con la oportunidad laboral que se presenta. Además, en determinadas épocas como verano o Navidad, la diferencia en la generación de puestos de trabajo en las provincias motiva que la movilidad sea, en ocasiones, determinante para acceder al mercado laboral. De igual manera ocurre en función de los sectores, como agricultura o industria, que cuentan con picos de trabajo estacionales.

Durante los tres primeros meses de 2015 se firmaron más de 487.000 contratos, 43.000 más que en 2014 y 140.000 más que en 2013. Pero Salamanca recibió 1.223 trabajadores menos de los que se fueron. Así, entre enero y marzo llegaron a la provincia charra por motivos laborales 2.434 personas, pero se marcharon a otras zonas de España en busca de una oportunidad laboral 3.657.

Otro de los aspectos que tiene en cuenta el análisis de Randstad es la tasa de movilidad. Así, el 13% del total de las contrataciones durante los tres primeros meses del año supusieron el cambio de provincia del trabajador. Se sitúa en la media nacional. 

Madrid, Murcia y Cataluña, las comunidades que reciben más trabajadores 

La comunidad autónoma del profesional es un factor determinante a la hora de analizar la movilidad laboral. 11 de las 17 regiones españolas son emisoras de trabajadores; es decir, salieron más trabajadores a desarrollar su actividad a otras comunidades de los que entraron a trabajar, lo que supone un saldo negativo. 

Entre las seis comunidades autónomas receptoras, destaca Madrid, cuyo saldo positivo equivale a 45.200 trabajadores. A continuación se sitúan Cataluña, con 6.700; y Murcia, con 5.300. Euskadi, Baleares y Navarra, por su parte, cuentan con diferencias positivas de entre 2.000 y 3.000 empleados. En el lado opuesto se encuentran Castilla La-Mancha, Castilla y León y Andalucía, con -18.400,  -8.200 y -7.900, respectivamente. Extremadura, Aragón y Galicia acumulan saldos negativos de entre 5.000 y 6.000 profesionales.

Por otra parte, Randstad también ha analizado la movilidad de los profesionales en función de la provincia en la que se sitúan. En este sentido, cabe destacar que 16 provincias registran saldos positivos. Además de Madrid, Barcelona y Huelva son las dos únicas provincias con diferencias positivas superiores a los 10.000 empleados. Entre las emisoras más pronunciadas, llaman la atención Cádiz y Toledo, con saldos de -11.100 y -9.200 trabajadores, respectivamente.

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