La Universidad Pontificia de Salamanca fue una de las instituciones pioneras en los estudios de logopedia, tanto por la creación de la Diplomatura hoy convertida en Grado, como por la creación de su famosa Escuela de Psicología. Precisamente este lunes se ha realizado un balance del curso, en una rueda de prensa celebrada en el Aula de Grados.

La vicedecana María Teresa Llorente ha asegurado que “tanto los estudios de Psicología del Lenguaje como los de Logopedia han agrandado la imagen externa de la Pontificia””, ya que cuenta entre sus antiguos alumnos “prestigiosos catedráticos de Universidad”. Por estas razones la institución salmantina “es un claro referente en toda España”, distinguiéndose por “una atención individualizada a los alumnos, el equilibrio entre la formación fundamental y teórica con la formación práctica, y el contacto permanente de los alumnos con pacientes afectados por los más diversos trastornos”.

En este último punto tiene gran importancia el Prácticum, módulo que actualmente cuenta con 24 créditos para cada alumno. Para que el modelo de prácticas continúe con las premisas que busca la Pontificia, la titulación de Logopedia mantiene un número limitado de 60 alumnos, pudiéndose acceder a la misma a través de un Programa de Observación que se podrá realizar durante todo el mes de julio previa petición de cita en logopedia@upsa.es.

Su responsable, Dolors Ribas, destacaba la labor que realizan a través del Servicio Clínico de Logopedia, una unidad “que ofrece ayuda de manera gratuita a población de toda la ciudad”. En estas prácticas los alumnos cuentan “con supervisión del profesorado”, y se tiene prioridad con aquellas familias de escaso nivel económico. Durante el presente curso se ha atendido a 228 pacientes en diferentes áreas de intervención a través del Servicio Clínico de Logopedia, que abrirá de nuevo el próximo 15 de octubre, pudiendo pedir cita las personas interesadas en el teléfono 923277100 o en el correo electrónico logopedia@upsa.es.

Entre las opiniones recogidas a los diferentes pacientes la mayoría consideran que el trato recibido es “muy bueno”, y entre las cualidades que destacan son “la paciencia, empatía, cariño, respeto, capacidad de escuchar y sentido del humor”. Además, destacan las llamadas divertidades, unas clases “divertidas y con muchas actividades”.

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