Como en todos los gastos importantes a los que hay que acometer, siempre existe una serie de factores que implican que el presupuesto sea menor a lo comúnmente establecido. En el caso de las bodas y las comuniones, obviamente, esto no podía ser diferente y las organizaciones de consumidores plantean unos cuantos puntos para hacer el primer pago más fácil de afrontar.

De esta manera, en el caso de las bodas, la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes recomienda elaborar un presupuesto que limite los gastos acorde a las posibilidades económicas de cada pareja para que no produzca, en ningún caso, un problema de liquidez inicial. 

Por otro lado, es importante no dejarse llevar por la vorágine que rodea a una boda y prepararla con tiempo para poder comparar precios y calidades. Asimismo, también se podrá dejar cerrado el precio final de cada producto y cuáles son los servicios que se prestan por el mismo, ya que en muchas ocasiones la ambigüedad puede llevar a una sorpresa en el momento del pago final. 

En el sentido de lo anterior, FUCI reitera la necesidad de la firma de un contrato que detalle las obligaciones de la empresa contratada, así como, también en la misma línea, concretar los detalles del cubierto y la barra libre. Esta última, en muchos casos, tiene un precio para un determinado tiempo y a poco que se supere, la cifra se dispara o se empiezan a cobrar, incluso, las bebidas por separado. 

En cuanto a la luna de miel, es importante reservar con tiempo el viaje, lo que puede ahorrar a la pareja bastante dinero según el lugar, u optar por el todo incluido. Por otro lado, es igualmente necesario guardar todos los documentos de compra para, en caso de tener que reclamar, tener derecho a hacerlo y que no se pongan problemas al respecto por parte de la empresa con la que se ha contratado.

Otro criterio para poder ahorrar bastante en la boda es no realizarla en la época más estival, cuando los precios se disparan. Fuera de temporada, los lugares de celebración están prácticamente vacíos por lo que es cuando se pueden lograr mejores ofertas. Otra opción que abarataría los costes es celebrar una comida en lugar de la cena, extremo que cada vez se está realizando menos.  

Comunión

En el mismo sentido se expresa la Unión de Consumidores de Castilla y León que reitera la necesidad de elaborar un presupuesto previo acorde con las posiblidades económicas de la familia para la celebración de la comunión. Además es, obviamente, importante el hecho de ceñirse a este en la medida de lo posible para evitar excesos y endeudamientos innecesarios. 

En este presupuesto, recuerda la UCE, se deben introducir los gastos previstos y un margen para posibles añadidos. Asimismo, no dejarse influir por los reclamos publicitarios o el consumismo ?cada vez más presente en este tipo de celebraciones? o valorar la relación entre la calidad y el precio en todos los productos y servicios que se vayan a contratar puede llevar a un ahorro importante.  

En el ámbito de la vestimenta, además, siempre se ha recurrido a trajes y vestidos prestados ya que se trata de un desembolso amplio para solo un día. Por ello, la UCE también afirma que se puede hacer la primera comunión con un traje de calle que suele ser más barato que los de almirante o marinero y, además, puede servir para otras ocasiones. 

Por otro lado, además de comparar, es bueno no realizar toda la compra en un mismo establecimiento ya que los precios varían, así como reservar el banquete con antelación. De esta manera habrá más posibilidades de elección del lugar y se podrá obtener un precio más económico. Preguntar también si existe un menú infantil ya que normalmente es más agradable para los pequeños y económico. En el caso, por último, de que haya que pedir un crédito es preferible no recurrir a los rápidos ya que aumentarán ostensiblemente el endeudamiento familiar.
 

 

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