La labor de los voluntarios, con la participación de numerosas empresas que han colaborado, ha contribuido a un día en que la mirada ha estado en limpiar la basura que se acumula en el embalse, en un año en que han aflorado restos de todo tipo por el bajo nivel del agua y que ahora no llega al 23% de su capacidad.
Según Contenedores Lolo, la empresa que ha recogido los restos, han sido cerca de 9.000 kilos, a falta de acudir a La Rinconada, en el Valle de Iruelas, y a parte del camping del Burguillo, en El Barraco.
La iniciativa de esta masiva limpieza partió de Gustavo Méndez, quien se encuentra en el Albergue Sierra de Gredos al frente de un negocio de piraguas. Puso la idea en marcha a través de las redes sociales y asegura que enseguida se vio sorprendido por la buena acogida, con lo que se multiplicó su propósito, que ha concluido con el amplio dispositivo que se ha desarrollado el sábado desde primera hora de la mañana.
No han podido extraer los restos de un Dyane 6 que ha aflorado en la arena del embalse, y entre los hallazgos ha habido plásticos de todo tipos y formas, metales de cualquier tipo y, quizá lo más curioso, una botella de vidrio con una carta en su interior.
“Hemos sido más de 300, pero incluso si hubiéramos llegado a ser un millar no hubiéramos podido quitar toda la basura acumulada”, asegura Méndez, quien promete que “continuará” la labor de limpieza.
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