Piden más de dos años de prisión a un hombre por fingir una lesión que ya padecía tras un accidente

 Piden más de dos años de prisión a un hombre por fingir una lesión que ya padecía tras un accidente
Piden más de dos años de prisión a un hombre por fingir una lesión que ya padecía tras un accidente

La Audiencia Provincial ha acogido este martes el juicio contra un hombre, J.E.F.S., por fingir presuntamente una lesión después de un accidente ocurrido con su turismo en diciembre de 2013 en el que se salió de la vía. En concreto, se trata de una espondilolistesis que ya padecía anteriormente. De hecho, según ha afirmado su médico de cabecera, en 2005 ya estuvo de baja por el mismo motivo y por otro accidente pese a que en declaraciones anteriores, el acusado aseguró no haber sufrido ningún accidente más.

J.E.F.S., acusado por un delito de estafa procesal en grado de tentativa y en concurso ideal con otro delito de falsedad en documento oficial, alegó que él no manipuló ningún documento y que todo lo entregó a las diversas partes según lo recibió. Sin embargo, el 12 de marzo de 2013 entregó un documento al perito de la aseguradora a la que se le pedía una indemnización cercana a los 40.000 euros y meses después otro, presuntamente manipulado, a la doctora que le realizó el informe favorable para el juicio civil por el que finalmente recibió una cifra cercana a los 5.000 euros debido, precisamente, al primer documento que sí obraba en poder de la aseguradora.

Los hechos se remontan a diciembre de 2013, cuando el acusado tuvo un accidente después del que acudió al médico de cabecera. Este realizó una petición para acudir a traumatología en el que exponía todos los antecedentes y procesos clínicos abiertos, entre los que se encontraba la espondilolistesis. Este documento fue entregado después a la aseguradora, que cifró los daños en un agravamiento de esta enfermedad y no en una causa directa. Sin embargo, el acusado no estaba de acuerdo y contactó con un abogado para llevar el caso. Este le recomendó que acudiera a una perito que le realizara un informe médico.

Aquí fue cuando se produjo el presunto intento de estafa. Según ha declarado, esta recibió el mismo documento entregado por el médico de cabecera aunque sin ningún tipo de antecedentes o procesos clínicos abiertos. De hecho, aseguró que, en una consulta a un familiar, criminólogo, descubrió que el documento estaba tratado con tippex de manera que borró todos estos datos. Sin embargo, en su informe habló sobre la espondilolistesis, debido a otros documentos que sí recibió aunque no sobre el padecimiento anterior del mismo. 

El abogado, que también fue llamado como testigo, también aseguró que él no manipuló ningún documento y que solo los incluyó en la causa una vez que le fueron entregados. También declaró el perito de la aseguradora, que aseveró que el acusado fue muy correcto y colaborativo en todo lo que se le pidió, mientras que el médico de cabecera negó que él hiciera algún informe sin hablar de la consulta médica y de los antecedentes y recordó que el acusado sí había tenido un accidente anterior aquejado de la misma dolencia que la actual. J.E.F.S., después de escuchar eso, en su última palabra, alegó que él no había considerado accidente a este hecho ya que había sido un golpe al salir de un aparcamiento, defendiendo que anteriormente había dicho que no había tenido ninguno anterior al de diciembre de 2013. 

Por todo ello, el fiscal mantuvo la petición de dos años y cuatro meses así como una indemnización superior a los cinco mil euros para el acusado. Aseguró que un despiste fue el que produjo que entregara el original al perito de la aseguradora y posteriormente no hiciera lo propio con el resto. Además, también aseguró que el accidente de 2005 que comentó el médico de cabecera daba una explicación íntegra a todo lo que ocurrió. 

En los mismos términos se expresó el abogado de la acusación que, sin embargo, fue más allá y afirmó que debían ser más los acusados ya que el trato con los documentos había sido de, al menos, tres personas. Aseguró que la intencionalidad de estafa era evidente y la cifró en 30.000 euros, que fue lo que dejó de percibir después de que la sentencia fuera firme. También alegó que la única explicación que se le puede encontrar a la entrega de diferentes documentos fue el olvido. "No hay crimen perfecto". 

La defensa, por su parte, consideró que no estaba acreditada la manipulación de los documentos y, en el caso de que se hubiera producido, quién lo habría hecho. También comentó que podía deberse a un error informático ya que lo único acreditado es que los documentos son diferentes, no que se haya producido su manipulación. Además, aseveró que en ningún caso pudo haber intencionalidad de perjudicar a terceros, ya que se entregó el documento más completo al perito de la aseguradora. 

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