Puertas abiertas del Centro Clínico Logopédico y conferencias en la Semana de la Ciencia de la UPSA

Las actividades comienzan con la apertura de puertas del Servicio Clínico Logopédico para las personas interesadas, a las que se les enseñará la propuesta de un caso real

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La Universidad Pontificia de Salamanca celebra la Semana de la Ciencia con distintas acciones de divulgación y formación.

Las actividades comenzaron con la apertura de puertas del Servicio Clínico Logopédico para las personas interesadas en conocer sus instalaciones, metodología y profesorado y se enseñó la propuesta de un caso real. El evento está previsto de 10 a 12 horas.

La Facultad de Informática organizó varios actos, coincidiendo con la celebración de sus fiestas en honor de San Alberto Magno. Tras la celebración eucarística, la Facultad ha organizado lo que iba a ser una conferencia sobre 'Gestión del cambio: de la empresa tradicional al ordenador cuántico' a cargo del consultor Antonio Romero Zamorano. La ponencia ha derivado en un espectáculo de ilusionismo donde se ha trasladado el tema sobre la gestión del cambio -entendida como la dificultad para las personas que están en una empresa ante los cambios críticos- hacia trucos y juegos de magia que metafóricamente explicaban la capacidad de adaptación de las organizaciones a las diferentes transformaciones que sufra. Posteriormente, el monologuista Sergio Encinas ha realizado un recorrido por el tiempo a través de las películas, la tecnología, el uso del móvil y la familia. 

La Facultad de Psicología y la OTRI organizaron, la tarde, la conferencia 'Bienestar psicológico y mindfulness', a cargo de José Ramón Yela, director del grupo de investigación 'Evaluación e intervención en bienestar psicológico y salud' y decano de la Facultad de Psicología.

Durante la ponencia, el decano ha reinvindicado el valor de la Psicología como "una ciencia y su compromiso ético con la sociedad". A partir de esta perspectiva, el experto ha desarrollado la técnica del mindfulness (atención plena). Para obtener bienestar psicológico "la mente de las personas divaga frecuentemente, independientemente de lo que estemos haciendo. Si jugamos divagamos menos, el porcentaje de divagación supera el 70% si estamos aseándonos, el 50% si estamos trabajando, comprando, comiendo...(...) No divagar es estar en el momento presente, porque la mente humana que divaga, es una mente que 'vagabundea' y una mente infeliz".

Para Yela, la habilidad para pensar acerca de lo que no está pasando "es una capacidad cognitiva que tiene un elevado coste emocional (...) La divagación mental está asociada a una red del cerebro (red neuronal por defecto) que siempre actúa cuando no tenemos un objetivo específico en el que concentrarnos". Por ello, la persona que tiene muy entrenada su capacidad de centrar su atención en algo o practicar el mindfulness es capaz de desactivar muy rápidamente esa 'red neuronal por defecto'.

Para el decano, "el cerebro sin meditación está atascado en el yo y sus reacciones emocionales se identifican mucho con las reacciones que tienen, sin hacer una análisis lógico de esas sensaciones, así no asumes como propias ese cúmulo de divagaciones mentales".

El experto desarrolló también la diferencia entre 'el modo de hacer' (utilizado para la resolución de problemas) y el 'modo de ser'. El 'modo de hacer' "se experimenta cuando existe una discrepancia entre lo que tienes y lo que quieres conseguir, es una motivación hasta que resuelves el problema". Sin embargo, "si el problema que hay que resolver es ¿qué tengo que conseguir para ser más feliz? Se intenta utilizar el mismo mecanismo, pero no es igual, porque no se puede definir el nivel de felicidad y buscamos el mismo 'modo de hacer' y se pasa de una discrepancia no resuelta a otra. Los pensamientos mentales se ven como reales, y se da escasa prioridad al presente", ha apuntado. En este sentido, el 'modo ser' consiste en "estar aquí contemplando lo que hay, ya que está estudiado que si se intenta resistir o evitar el dolor o no pensar en estados emocionales negativos, el efecto rebote es mayor".

Por todo ello, para el psicólogo, una de las soluciones es aplicar la herramienta mindfulness entendida como "prestar atención de un modo particular: con un propósito, en el momento presente y sin establecer juicios de valor. A partir de un descentramiento de pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales y de aceptación y no apartarse del problema, sino darle la 'bienvenida y permitir'. Y fomentar la 'apertura a la dificultad'".

Los asistentes pudieron también realizar un pequeño ejercicio de meditación para poner en práctica todo lo detallado.

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