La Dirección general de Tráfico inició el pasado 22 de diciembre su operativo especial de Navidad, que se divide en tres fases. Pasada la de Nochebuena y Navidad, se inicia la segunda, con especial atención en los desplazamientos de nochevieja y Año Nuevo. Para esta fase se esperan un total de cuatro millones de desplazamientos a nivel nacional, de los que 640.000 serán en Castilla y León.
Con el objetivo de facilitar la movilidad y la fluidez del tráfico, el mantenimiento de las condiciones de seguridad vial, de ayudar y vigilar a los usuarios y de informar sobre cualquier incidencia, la DGT ha previsto una serie de medidas para este período de tiempo en el que se producirán movimientos tanto de largo como de corto recorrido, principalmente a lugares de segunda residencia, áreas o zonas de grandes centros comerciales, zonas de montaña para la práctica de deportes de invierno y zonas de atracción turística invernal.
En primer lugar, se intensificará la vigilancia en carreteras convencionales, sobre todo en aquellos tramos con especial peligrosidad; se realizarán controles de alcohol y drogas en cualquier tipo de vía y a cualquier hora; se vigilará el cumplimiento de las normas de circulación a pie de carretera y desde el aire con los ocho radares Pegasus de los que dispone la DGT en la comunidad.
También se instalarán carriles adicionales en las carreteras con mayores intensidades de circulación; habrá restricciones de circulación de camiones en ciertos días y tramos y se paralizarán las obras de la red viaria, así como la supresión de la celebración de pruebas deportivas y otros eventos que supongan ocupación de la calzada.
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