JOSÉ MARÍA DE LA ROSA

El que sirvió estaba en los corrales. Fue un sobrero de Núñez del Cuvillo que salió en sexto lugar y con el que Daniel Luque cortó la única oreja del sexto festejo de la Feria de Santiago de Santander. Se lidió una corrida de Cuvillo que decepcionó por el escaso juego que ofreció, por su falta de fuerzas. Enrique Ponce fue todo disposición pero ninguno de sus dos toros le permitió brillar; Morante de la Puebla tampoco tuvo mayor opción con su lote, y no se dio coba con ninguno de los dos, informa mundotoro.com

El tercero no le dio opciones a Daniel Luque. Fue un toro sin fijeza y pocas fuerzas que despertó las primeras protestas del público por el juego de la corrida. Luque se enfibró, lo atacó y logró dos series de mérito, pero el toro se apagó definitivamente y todo quedó ahí. Fue silenciado. En sexto lugar, y tras protagonizar el mayoral de la plaza algunos momentos curiosos, se lidió un sobrero de Cuvillo que fue, con diferencia, el mejor. Luque supo aprovechar la calidad que tenía por el izquierdo, para torear por abajo y con largura, muy asentadas las zapatillas. Faena bella del torero de Gerena, que habría tenido mayor premio de haberse rematado a la primera. Finalmente, oreja.

Enrique Ponce trató en todo momento de taparle los defectos al primero de la tarde, un toro de Cuvillo que careció de fijeza y que salía suelto a mitad del muletazo. Molestó mucho también el viento. Insistente el de Chiva, su esfuerzo fue en vano y el público tampoco terminó de reconocérselo. Recibió palmas. El cuarto fue un toro con muy buenas hechuras, con buena expresión, pero tampoco sirvió. Ponce mostró mucha voluntad y se dobló con él para meterlo en la muleta desde el principio. El toro, con todo, se quedó muy pronto sin recorrido y lanzaba un derrote a mitad del muletazo. El torero lo intentó en varias series, pero el comportamiento del toro no cambió y le puso fin a la faena. Silencio.

Morante de la Puebla recibió con tres muy buenas verónicas de salida al segundo, templándolo desde la primera. El toro empezó a flojear ya entonces y, ya en la muleta, Morante lo probó por los dos pitones. El astado perdió las manos en varias ocasiones y el sevillano optó por abreviar. Morante se encontró en quinto lugar con un toro que ya de salida se le fue al cuerpo. Abanto en la lidia, hubieron de picarlo en toriles y llegó a la muleta parado, falto de fuerzas y con peligro. Morante lo tanteó en dos tandas y no se dio coba con él. Bronca para el toro en el arrastre.

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