Un año exacto ha pasado desde que la puerta grande de La Glorieta se cerró con llave, y, como un deja vu, Pablo Hermoso, Sergio Galán y Lea Vicens han vuelto a abrirla como cierre de la Feria Virgen de la Vega. Con la ayuda de un buen encierro de Herederos de Ángel Sánchez y Sánchez, que como un déjà vu, fueron partícipes un año más del cierre triunfal de la feria.
Pablo Hermoso de Mendoza demostró una vez más en Salamanca su maestría sobre el caballo y en la cara de los toros. El navarro desorejó a ‘Zapatero’, llevándolo muy cosido durante toda la faena. Lo mejor llegó con ‘Berlín’, un lusitano negro con el que recorrió el ruedo de La Glorieta pegado a las tablas, toreando a dos pistas. Los caballos de Pablo Hermoso fueron de nuevo un espectáculo, templados en la cara de los toros y con suavidad en los cites. Tras dejar un buen rejón de muerte, enloqueció la plaza concediéndole las dos orejas, la llave que abriría por última vez durante esta Feria la puerta grande de La Glorieta.
Con el cuarto de la tarde le faltó romper, los momentos más brillantes del de Estella llegaron con el toreo a dos pistas. No cuajó la faena y escuchó un silencio tras fallar con el rejón de muerte.
Acompañado de ‘Amuleto’ esperó Sergio Galán al segundo de la tarde, de nombre ‘Ruiseñor’, que dejó expresarse al rejoneador. El temple llegó con ‘Ojeda’, un caballo que derrocha naturalidad delante del toro, y con despaciosidad dejó las banderillas. Un par a dos manos hizo romper los aplausos y el colofón a la faena lo puso la reunión de las banderillas cortas sobre ‘Óleo’. Culminó con un rejonazo muy eficaz y la llave de Mendoza pasó a ser de Galán, que también saldría por la puerta grande.
Escuchó silencio Sergio Galán con su segundo toro, ‘Bailador I’, que tuvo calidad en sus embestidas e incluso dejó que los peones del rejoneador se gustaran con el capote. Rozó la perfección Galán en banderillas con ‘Embroque’ y con ‘Óleo’ puso el colofón a una faena compacta que no recibiría premio por el fallo con los aceros.
Lea Vicens tuvo que esperar al último toro de la Feria para poder gustarse y disfrutar de su toreo y agradar a los aficionados que poblaban los tendidos de La Glorieta. La cumbre de la rejoneadora francesa llegó al quiebro con ‘Gacela’ demostrando la capacidad de Lea y su cuadra. La espectacularidad llegó con ‘Deseado’, con el que colocó las mejores banderillas de su tarde y la belleza final la pusieron las rosas que colocó con acierto sobre ‘Jazmín’. Enterró el rejón de muerte y se hizo dueña de la tarde junto a Hermoso y Galán saliendo por la puerta grande.
No se acopló Lea en su primero y con las banderillas se sucedieron los errores. Una oreja demasiado benévola fue el premio tras fallar también con los aceros.
Una puerta grande con sabor a déjà vu en la que se repitió la foto finish del pasado 2016. Mendoza, Galán y Lea se quedaron con la llave en 2016 para abrir la puerta grande de la plaza de toros de Salamanca y quién sabe, si en 2018 seguirá en sus manos para que lo vuelvan a hacer. Por ahora, la puerta grande está cerrada y la plaza dormida, aguardando a que dentro de un año vuelvan a pasar cosas grandes en su arena.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios