Lara Lorenzo viene desarrollando su trabajo como asistente en este equipo Su labor esencial es el de acompañar a los estudiantes que vienen de fuera, mostrarles la ciudad de Salamanca, su vida, sus espectáculos y ayudarles a mejorar en el aspecto conversacional del idioma. Además, en el caso de que así lo precisen, ser su primer contacto como para ayuda inmediata. Por su experiencia, lo que más le sorprende son los choques culturales. La cultura nipona es muy diferente a la española y puede verse en detalles tan mínimos como en los agujeros de los pendientes de las orejas porque es raro ver a una mujer que no los tenga.
Según este enlace de la Universidad de Salamanca en Cursos Internacionales, “la clave está tratar con naturalidad cualquier duda o sorpresa que surja, comparando las diferencias en debate ameno y amistoso que sirva para ampliar los conocimientos tanto de asistentes como de estudiantes. Ser asistente es una experiencia muy enriquecedora que permite el contacto directo con otra lengua, otra forma de ver la vida cotidiana y otras personas, ideal para quien quiera orientar su labor profesional hacia las relaciones internacionales”.
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