Este viernes, los miles de estudiantes salmantinos que se examinaron de la EBAU (Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad) conocieron sus calificaciones tanto de la prueba como de la media con el Bachillerato, por lo que ya saben con qué nota intentarán acceder a sus estudios de Grado el próximo año.
Pese a que todavía queda tiempo para saber si entran a la carrera que desean o no -algunas comunidades, como Andalucía, terminaron este jueves su EBAU y, por lo tanto, están en plena fase de corrección- lo cierto es que muchos de los jóvenes mostraron su queja por haber sufrido exámenes más duros que los de otras regiones de España, lo que les puede perjudicar a la hora de acceder a la universidad.
Vuelve a surgir así el eterno debate de una EBAU homogénea en todo el país que, en otros, ha sido reclamada por el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, apostando eso sí por una equiparación de nivel hacia arriba y no hacia abajo. Una petición que viene en la línea de lo reclamado por la Universidad de Salamanca y su rector, Ricardo Rivero, en los últimos años.
De hecho, el rector recordaba el pasado miércoles en rueda de prensa que tanto él como la institución a la que representan han defendido desde hace años la “homogeneidad y la coordinación” en la EBAU para que desaparezca esa percepción que tienen tantos jóvenes sobre la antigua Selectividad de que “no es del todo justa”.
Una opinión “muy extendida” entre los estudiantes y que Rivero también percibe, lo que “debería hacer pensar a los responsables educativos”. Igualmente, el rector insistía en que esa homogeneización ha de hacerse “no hacia abajo del nivel, sino en pos de la calidad”.
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