En líneas generales, este programa consiste en que la persona mayor ofrece alojamiento al joven universitario en su domicilio. El estudiante no pagará alquiler aunque sí estará en la obligación de hacer frente a la mitad de los gastos derivados de los consumos derivados de los suministros de la vivienda como el agua o la electricidad. En cambio, el universitario podría ayudar a las personas mayores en distintas tareas y ofrecerles compañía diurna y nocturna “que es lo que más valoran”, según ha comentado Bermejo.
Para poder optar y ser candidato a este programa el único requisito que se establece es el ser mayor de edad y estudiar en la Universidad de Salamanca. Por otra parte, la persona mayor deberá ser titular o usufructuaria de la vivienda y ser mayor de sesenta años. Este programa, potenciado también por la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, será revisado por personal especial asegurando una relación satisfactoria y enriquecedora. Todo aquel que quiera resultar beneficiado del mismo, como así ha destacado Carmen Bermejo, únicamente tiene que solicitar información en el Servicio de Asuntos Sociales de la Universidad de Salamanca de manera presencial o vía telefónica.
En Salamanca este servicio lleva implantado desde el curso 2005-2006 y los resultados se definen como positivos. “Actualmente contamos con diecisiete parejas. Todos los años ha ido incrementando el número de convivencias y las previsiones son buenas porque ya tenemos entrevistas pendientes con personas mayores de cara al próximo curso interesadas en entrar en el programa”. “El perfil de estudiante es aquel que no lleva una vida nocturna, que lleva un ritmo de vida tranquilo, que quieren su espacio y silencio para trabajar. En cuanto los cursos, los hay de primero de grado y hasta de tesis doctoral”.
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