En primer lugar, entre 2013 y 2019 se cobrará la mitad de la base reguladora por los primeros quince años cotizados (180 meses). A partir del mes 181, por cada mes adicional cotizado hasta un alcanzar los 28 años y seis meses (343 meses), se añadirá un 0,21% (2,5% por doce meses). Cada mes añadido a esos 343 supondrá un 0,19% más de base reguladora (2,28% por doce meses) hasta que, con 35 años y medio de cotización, se pueda cobrar el cien por cien de la base reguladora. Estas escalas variarán a partir de 2020, y se irá reduciendo la parte de base reguladora que se añade por cada período adicional.
La reforma introduce un nuevo elemento que afectará también a la cuantía de las pensiones: el factor de sostenibilidad. Aunque la ley que ahora entra en vigor establece que se empiece a aplicar a partir de 2027, desde la Unión Europea se presiona para que se defina cuanto antes. Todavía se desconoce cómo será, aunque sí se sabe que servirá para revisar cada cinco años y de forma automática los parámetros utilizados en el cálculo de la pensión en función de la evolución que haya tenido la esperanza de vida entre 2027 y el año en el que se realice la revisión.