La iniciativa de Comisiones Obreras es doble respecto a los impuestos. Por un lado hay una campaña nacional para reorganizar los tributos con el fin de lograr que sean suficientes, transparentes, sencillos y basados en un criterio de equidad y justicia. Por otro, hay una ofensiva para llevar a todas las Comunidades Autónomas una propuesta de corresponsabilidad fiscal. El sindicato ha comenzado por Castilla y León.
 
En ambas iniciativas subyace un objetivo común que, según Carlos Bravo, es “tener recursos suficientes para mantener los servicios públicos, permitir al Estado influir sobre la economía, animar la actividad económica, lo que nos traerá empleo, ayudar a quienes peor lo están pasando con una Renta Mínima vinculada a mecanismos de búsqueda de empleo, garantizar las pensiones públicas y, porqué no, cumplir los objetivos de estabilidad que nos exige Europa”. Y es que, en opinión de nuestro sindicato, puede haber dinero para todo, hasta 85.000 millones de euros más al año si la reforma se pusiera en marcha según las propuestas de CCOO. 
 
Retirar deducciones y bonificaciones
 
El secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO ha explicado que los impuestos deben ser, para empezar, transparentes. “La maraña de deducciones y bonificaciones permite que haya amplios sectores de la sociedad que se puedan escabullir del pago” ha dicho en referencia a quienes tienen que declarar rentas del capital y que pueden pagar asesores fiscales que expriman al máximo las posibilidades “que previamente han negociado con el legislador”. 
 
Un 40% de lo que deja de recaudar el Estado en nuestro país tiene que ver con deducciones legales, lo que se denomina la “elusión fiscal” que aprovechan especialmente las grandes corporaciones, frente al 30% de lo que se detrae de los ingresos públicos por el fraude fiscal. Por eso Comisiones Obreras quiere que desaparezcan las deducciones y desgravaciones. “Las rentas más bajas no pueden beneficiarse de estas figuras porque no hacen la declaración de la renta, por eso para el sindicato hay que cambiarlas por ayudas directas si de verdad queremos que vayan a quienes verdaderamente lo necesitan” ha dicho Bravo.
 
Para incrementar la justicia en la tributación también hay que cambiar el peso que tienen los impuestos directos, el 49%, respecto de los indirectos, especialmente el IVA, que, al grabar el consumo, repercute de igual manera en toda la ciudadanía independientemente de su nivel de ingresos. CCOO planea llevar al tipo superreducido del IVA todos los bienes de primera necesidad de las familias y la energía de los hogares que, ahora tienen un impuesto del 21%, llevarla al 10%. Esta simple medida trasvasaría a las manos de los hogares 3.888 millones de euros que irían directamente a incrementar el consumo, algo que necesitamos para que haya demanda y, por tanto, trabajo en nuestro país.
 
Llevar los impuestos a las Comunidades Autónomas
 
La propuesta de nuestro sindicato es muy ambiciosa y toca todos los aspectos porque pretende sentar las bases de la fiscalidad del futuro según las necesidades de la población, “no atendiendo a las necesidades electorales de ningún partido político” ha dicho Carlos Bravo. Tras él ha intervenido en la rueda de prensa el secretario de Estudios y Asesoramiento Jurídico-Sindical de CCOO Castilla y León, Carlos Castedo, para desgranar la proposición que se iba a llevar a continuación a la consejera de Hacienda de la Comunidad sobre la aplicación autonómica de los impuestos. Comisiones Obreras ha estudiado el margen de maniobra de las autonomías en la recaudación y va a pedir a cada una de ellas que operen sobre esta franja para incrementar, y también para organizar de forma más justa, los impuestos. 
 
En Castilla y León no se ha utilizado la capacidad que existe de modificar la parte autonómica del IRPF, se desprecia la posibilidad de grabar más las donaciones y sucesiones, algo que también ocurre en el Estado con gran satisfacción de las grandes fortunas, o se tratan con suma prudencia los impuestos especiales aplicados al medio ambiente o a determinados productos, excepción hecha del céntimo sanitario, que realmente son casi 5 céntimos por litro de combustible. Carlos Castedo ha señalado que, por la vía de los ingresos, se podrían recaudar casi 423 millones de euros más al año y por la vía de los gastos reducir otros 196 millones de euros con lo que habría casi 620 millones de euros disponibles para repartir la riqueza entre los que más la necesitan ha dicho Castedo.

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