La Asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio, en el Día Internacional de los Museos, lamenta públicamente el cierre de la exposición permanente de relojes de Andrés Santiago Zarzuelo, ahora con destino incierto, pero lejos del público general; así como la ruptura del acuerdo con los propietarios de la colección de arte oriental, en el pasado mes de octubre, y que pretendía establecerse en el Torreón de los Anaya, ahora así denominado. "En ninguno de estos casos los responsables han dado explicaciones públicamente a pesar de las inversiones realizadas", explica en un comunicado.
De igual forma lamentan que el Museo Nacional de Arquitectura o el de Arte Precolombino, ambos en la Plaza de los Bandos, e impulsados respectivamente por el Ministerio de Fomento y Caja Duero, se retrasan sin explicación alguna, "a pesar de su importancia para reforzar la oferta museística de la ciudad". Sin olvidar el Museo de la Semana Santa, contemplado en la Iglesia del Arrabal y sobre la que el Ayuntamiento ya ha acometido obras con el fin de dotarla de uso.
Pero el retraso más injustificable y emblemático a juicio de la asociación corresponde al Museo de Historia de la Ciudad, que "ejemplifica el compromiso político con la cultura en Salamanca y el engaño que, cada uno de los innumerables plazos dados, ha supuesto para los salmantinos. Mientras, importantes sumas de dinero se han destinado a pagar el alquiler de unas dependencias privadas en las que los objetos, cuadros, piezas... se custodian desde hace más de diez años".
La inversión se cuantifica en unos 17 millones de euros, de los que anteriormente se pedía al Gobierno de España el 50%, pero tendrá que esperar, al menos, hasta la celebración del VIII Centenario de la Universidad, en el año 2018. "Ahora al Gobierno de España sólo se le pedirían 900.000 euros destinados a la torre de la catedral. Es injustificable que, un año más, el Museo de Historia de la Ciudad no sea una realidad. La falta de sensibilidad y voluntad política, en crisis económica y en tiempos de bonanza, perjudica al patrimonio, a la historia y a la cultura de nuestra ciudad. A todo ello se suma la amenaza que se cierne sobre los restos arqueológicos del Monasterio de San Vicente al proyectarse sobre ellos la construcción de un inmenso bloque de viviendas", concluye el comunicado.
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