El 10 de septiembre comienza un nuevo curso para los más pequeños y las familias apuran para realizar las últimas compras. Para que estas se hagan más llevaderas, las organizaciones de consumidores han elaborado una serie de listas de consejos para que el gasto sea el menor posible y no interfiera en la economía familiar.

Planificar un presupuesto. Poner por escrito lo que se debe comprar para evitar así las compras compulsivas

Reutilizar el material que esté en condiciones. Curso nuevo no significa que todo el material deba ser nuevo. Si una mochila, cuaderno o lápiz está en buen estado, sigue utilizándolo.

Hacer compras de segunda mano. Expertos cifran hasta un 80% el ahorro de comprar la ropa de segunda mano. Los libros también se pueden comprar de segunda mano. 

Comparar antes de gastar. Las diferencias de precios son notables de un establecimiento a otro. Busca, compara y encuentra lo mejor. En este aspecto, las organizaciones inciden en que son varios los que hacen un descuento en algún producto pero lo suplen con precios altos en los demás. En otros incluso te obligan a gastar la diferencia del precio rebajado en el mismo establecimiento. 

Comprar los libros de texto en las grandes superficies. Hay mucho margen con respecto a las librerías. Se puede conseguir un ahorro de hasta un 25%. 

El uniforme. Es muy frecuente en la privada y concertada, aunque también existe como opción no obligatoria en muchos centros públicos. En principio puede suponer un ahorro ya que se usa más veces la ropa ?normal? pero son demasiados los colegios que obligan a comprarlo en un determinado establecimiento de precios elevados.

Mochila con ruedas. No tanto por el dinero que se ahorra como por la salud de tu hijo. Las mochilas tradicionales cargan mucho peso sobre la espalda. Con ruedas son aconsejables si no hay que subir muchas escaleras. 

Plataformas de trueque e intercambio. En los últimos años han prosperado distintas iniciativas que favorecen el intercambio de ropa, libros y material escolar. El consumo colaborativo puede suponer un importante ahorro. 

Seleccionar bien la ropa. Para los más pequeños conviene evitar cordones, cintas largas y otros elementos peligrosos. Para huir de las tentaciones, es aconsejable ir a comprarla sin que estén los hijos, que se encaprichan fácilmente de la última moda. 

Las compras escalonadas son mejores. Especialmente en la ropa, ya que el crecimiento del niño puede provocar que lo que le valga ahora no sea así en un corto periodo de tiempo. Además, realizar las compras a última hora siempre sale más caro. 

Aprovechar las ayudas. Cada Administración las ofrece durante todos los cursos. Los propios ayuntamientos y el Ministerio de Educación ofrecen diferentes becas y ayudas al estudio. 

Huir de las marcas o productos escolares con recursos publicitarios. Numeroso material escolar utiliza personajes del mundo de la animación, televisión o cómic para promocionar su venta. Este tipo de recursos de marketing suponen un incremento del precio del producto final que puede llegar hasta el 30%. 

Tener en cuenta la opinión de los niños en las actividades extraescolares. Para que no se convierta en una ?odiosa imposición?. Se deben comprobar los precios y conocer lo que incluyen dichas actividades y evaluar las posibilidades económicas y organizativas de la familia. El niño también necesita tiempo para descansar. 

Los alimentos para el recreo, mejor desde casa. Procurar hacer un uso racional de los productos comercializados de bollería industrial y bebidas azucaradas ya que, además de ser caros, pueden resultar perjudiciales para la salud. 

 

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